Los odiadores hoy salen a la calle con la idea fija de pedir cárcel para Cristina

Envalentonados y cargados de odio contra el kirchnerismo, sectores afines al gobieno de Mauricio Macri convocan para esta tarde a una marcha frente al Congreso Nacional, cuyo objetivo es exigir el desafuero de Cristina Kirchner. O, dicho en otras palabras, para exigir la detención de la ex presidenta.

De esta manera, las cacerolas vuelven a las calles, con el objetivo de presionar a la Justicia para que, cuanto antes y como sea, lleve tras las rejas a CFK, y a cualquier funcionario que haya formado parte de su Gobierno.

La excusa de la convocatoria es apuntar contra los senadores, después de la frustrada sesión del miércoles pasado en la que no se logró el quórum que permitiera al juez Claudio Bonadio allanar los domicilios de Cristina. Y ya que están, piden el tratamiento de la ley de extinción de dominio.

Los organizadores de la protesta, que se difunde bajo el hashtag #21A, convocan a movilizarse a las 19 de hoy. Uno de los principales impulsores de la marcha es Ricardo Benedetti, coordinador de Análisis y Control de Gestión del Sistema Federal Medios y Contenidos Públicos, a cargo de Hernán Lombardi.

Si bien quienes convocan a la manifestación lo definen como un reclamo ciudadano”, la iniciativa se expandió fuertemente a través de figuras identificadas con el oficialismo como Fernando Iglesias, Waldo Wolff, Mariana Zuvic, Graciela Ocaña y el actor antikirchnerista Alfredo Casero, que convocaron a marchar a través de las redes sociales.

Resulta al menos llamativo que tanta “preocupación” republicana mire pura y exclusivamente hacia los gobiernos kirchneristas, ignorando lo que ocurre aquí y ahora. En tanto, levantan carteles contra la corrupción y piden la cárcel para Cristina y cualquier ex funcionario K, y se muestran como los abanderados de la pureza y de una justicia que no esté atada al poder de turno.

Es esa misma justicia la que desestimó casi la mitad de las denuncias contra el gobierno, incluidas algunas resonantes causas que involucran al propio Mauricio Macri, a la vicepresidenta Gabriela Michetti y a algunos de sus ministros.