El Gobierno se quedó con las ganas de sumar a Urtubey, y el salteño finalmente irá como vice de Lavagna

Al filo del cierre de inscripción de alianzas, Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey alcanzaron un acuerdo esta tarde para presentar una fórmula conjunta en la que el economista será precandidato a presidente, mientras que el gobernador salteño finlamente aceptó acompañarlo en la fórmula como vice.

Demás está decir que la flamante fórmula genera fastidio y preocupación en el Gobierno, donde a la hora de sacar cuentas sobre los que pueda ocurrir en las elecciones, saben muy bien que los dos candidatos le restan votos a Cambiemos.

De todas maneras, en la Casa Rosada mantienen la esperanza de que esta tercera vía no haga un buen papel en las PASO y quede diluida para la elección general. Incluso, especulan con que los votos de ese espacio irán para Macri en un eventual ballotage. El problema es que, de crecer, podría ser funcional para el objetivo primordial de la fórmula Alberto Fernández – Cristina Kirchner, que es ganar en primera vuelta.

Lavagna y Urtubey compartieron una tensa reunión este mediodía para cerrar un espacio conjunto. Después de semanas de negociaciones, el salteño finalmente cedió y aceptó ir como vice en la fórmula junto el ex ministro.

Mientras que desde el entorno de Lavagna aseguraban esta mañana que el acuerdo estaba cerrado y encabezaría la boleta, cerca del gobernador todavía resistían al desmentir que los lugares de la fórmula estuvieran definidos.

La confusión es sólo una muestra de las operaciones cruzadas que circularon en ese espacio durante días. Es que Alternativa Federal quedó completamente desdibujada después de la fuga de Sergio Massa a las filas kirchneristas, y la decisión de Miguel Ángel Pichetto de pegar el salto al oficialismo como compañero de fórmula de Mauricio Macri.

Urtubey sabía que, para sobrevivir como tercera vía, no le quedaba otra más que acordar a la fuerza con Lavagna, quien durante todo este tiempo se negó a ir a una PASO. Por eso, el salteño cedió y confirmó que no irá a una interna, aunque especulaba hasta última hora con cuál sería el mejor lugar para competir. Algunos le sugerían que aceptara la vicepresidencia, mientras había quienes especulaban con que lo mejor sería ir como senador por su provincia.

Este hecho, además, cayó como un baldazo de agua fría en las filas del Gobierno, porque hasta último momento especularon con la posibilidad de sumar a Urtubey a las filas del oficialismo. Hasta el propio ministro del Interior, Rogelio Frigerio, admitió en las últimas horas que estaban negociando con el gobernador salteño: “Estamos conversando con él, ha sido un dirigente muy importante en la búsqueda de consensos”, aseguró el funcionario.

Y hasta fue protagonista de varias versiones. Las más audaces hablaban de la posibilidad de que el salteño ingresara ahora al Gobierno con un cargo en el gabinete de Macri ligado a la política exterior, pero finalmente, en la Casa Rosada se quedaron con el sabor amargo de la derrota.