Una arenga belicosa de Lombardi hizo cambiar la estrategia del Gobierno: “Quieren vernos salir vomitando sangre”

Después de los resultados adversos en las PASO para el gobierno de Mauricio Macri, un temerario mensaje, con ribetes bélicos, dramáticos y casi apocalípticos, empezó a circular desde ayer en los chats que agrupan a ministros y legisladores de Juntos por el Cambio.

El mensaje en cuestión, atribuído al titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, es lo que hizo cambiar la estrategia del Gobierno: la primera reacción, y a raíz de las demoledoras cifras que marcaron una abismal distancia con los candidatos del oficialismo, fue hablar de “transición” hasta el 10 de diciembre, dando por descontado que sería imposible dar vuelta el resultado del domingo. Pero fue a partir de este mensaje que se volvió a plantear que están en carrera rumbo a las elecciones de octubre.

“Quieren vernos salir vomitando sangre”, “Van a buscar canjearnos gobernabilidad por rendición” son dos de las contundentes frases que aparecen en el texto, y que transmiten no sólo la idea de sacudir las conciencias de quienes forman parte de las estructuras del gobierno, sino también en plantear una especie de resistencia ante la posibilidad de que se confirme un triunfo de la fórmula Alberto Fernández / Cristina Kirchner.

Si bien no todos estuvieron de acuerdo con el contenido, fue la arenga que levantó los caídos ánimos llenos de lamentos que se comenzaron a escuchar en el búnker cambiemita, el domingo a la noche.

Y en definitiva, se convirtió en el primer disparador que generó un cambio de estrategia del Gobierno, donde dejaron de admitir que el resultado de cara a octubre es “irreversible”, y se cambió esa resignación para instalar la idea de que “la elección definitiva es en octubre”.

Este es el texto completo del mensaje fue el siguiente:

Hay que gobernar hasta el final. Presentarnos gallardamente a las elecciones con nuestras ideas, sin importarnos el álgebra. Apostar a ganar y salir rápidamente de la idea de irreversibilidad del número.

Van a buscar canjearnos gobernabilidad por rendición. Ninguna concesión a esa idea. Es un falso dilema. Termina en la salida anticipada, como les sucedió a Alfonsín y De La Rúa.

Quieren vernos salir vomitando sangre. Para justificar en los próximos meses la catástrofe que ellos mismos van a generar y para reafirmar la lección histórica que solo ellos pueden gobernar.

La gente que representamos puede perdonar nuestros errores, festejar nuestros éxitos y disimular nuestros defectos. Pero no nos van a perdonar si los dejamos huérfanos e indefensos frente al poder populista.

Nos estamos jugando no sólo la elección de octubre sino la posibilidad de construir una alternativa por muchos años para la Argentina.