Pese a la furia de los odiadores y de quienes la daban por muerta, el 30 de enero Cristina vuelve a ser presidenta

Se confirmó: el viernes 31 de enero, en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa Francisco recibirá a Alberto Fernández. Esa visita significará que algo más de cuatro años después de haber dejado la presidencia, en la Casa Rosada Cristina Kirchner volverá a sentarse en el Sillón de Rivadavia.

Tal cual lo estipula la primera oración del artículo 88 de la Constitución Nacional, “En caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución del presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la Nación”.

Sin lugar a dudas, no se tratará de un hecho menor, teniendo en cuenta los odios y amores que despierta la actual vicepresidenta, por lo que millones de argentinos verán cumplidos sus sueños de tenerla nuevamente, aunque más no sea por unos días volviendo a ejercer la presidencia, mientras que a muchos otros, que ya la daban por desparecida de la escena política y hasta en prisión, no les quedará otra que morderse las uñas de rabia y resignarse.

Según fuentes oficiales, la reunión entre el Papa y Alberto está pautada para las 11:00 (horario europeo, las 7:00 en Argentina) y será el primer encuentro entre el sumo pontífice y el primer mandatario desde que asumió al frente del Poder Ejecutivo.

El encuentro se confirmó luego de que la Casa Rosada designara a Luis Bellando como el nuevo embajador ante la Santa Sede.

La reunión comenzará con un saludo de recibimiento en la denominada sala del Tronetto, en el segundo piso del Palacio, y luego los dos jefes de Estado pasarán a la reunión a solas en la Biblioteca, según la praxis vaticana. Tras la reunión, y luego de un saludo formal del pontífice a la delegación argentina que llegue a Roma, Jorge Bergoglio y Fernández harán el tradicional intercambio de regalos.

“Francisco sabe lo que lo valoro, quiero y aprecio, y lo que celebraría que viniera la Argentina”, sostuvo Alberto, en tanto que subrayó que una eventual visita de Francisco al país “es una decisión de él”.