Una semana después de que Alberto Fernández dejó en manos de los gobernadores la administración de la cuarentena, finalmente el Gobierno nacional adelantó que a partir del próximo lunes comenzarán a habilitarse actividades en zonas no afectadas por el coronavirus.
La “cuarentena administrada” de la que habló el presidente, es apenas un paliativo ante la profunda parálisis de la economía, que en los hechos está haciendo que la gente salga a la calle a trabajar a pesar del aislamiento obligatorio, lo que expone la necesidad de una planificación para una salida ordenada.
“A partir del lunes 20 se van a ir reanudando actividades, en conjunto con los protocolos que define el Ministerio de Salud, en muchas provincias argentinas donde no hay circulación viral, o no tuvieron casos de coronavirus o los promedios de contagio son mayores al promedio de 14 días”, reveló el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Durante una entrevista con la TV Pública, el funcionario precisó que existe “un mapa inteligente” que mira el gobierno para marcar esas zonas, donde es posible que se reanuden las actividades bajo estrictas medidas de control.
Cafiero explicó que tras los diálogos mantenidos esta semana con los gobernadores en el marco de esta idea de cuarentena administrada, se plantearon “realidades distintas” que era necesario tomar en cuenta. “Hay zonas que están muy abarrotadas, como el conurbano, que tienen una complejidad distinta a zonas más alejadas, incluso dentro de la provincia de Buenos Aires”, señaló.
Por eso, dijo, es necesario “tener una mirada inteligente sobre sectores y actividades que se pueden ir reanudando”, aunque dejó claro que esta posibilidad existe hoy “gracias al aislamiento”, ya que mientras que al principio de la pandemia el virus “se duplicaba cada tres días, hoy lo hace cada 14 días”.
Justamente el conurbano bonaerense es la gran preocupación del gobierno ya que allí se registra la mayor cantidad de casos, al mismo tiempo que la asfixia económica empieza a forzar a la gente a salir a la calle.
Los gobernadores se habían sorprendido con la decisión de Alberto de delegarles la definición de qué actividades o regiones podrían ser exceptuadas de la cuarentena, y no se atrevían a hacer uso de esa facultad. Ninguno se quiere arriesgar a un brote de coronavirus en sus provincias, por lo que muchos planean que el control de la reapertura quede bajo la órbita de los intendentes, buscando evitar la circulación entre ciudades.
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