“Nadie escapa a lo que nos está pasando. No es ético aprovechar la pandemia para profundizar la crisis y reclamar cosas que en este momento no se pueden hacer. Los conflictos no se resuelven andando en patrullero y tocando bocina, sino hablando frontalmente”. Así lo dijo un enojado Alberto Fernández, quien no pudo disimular su fastidio por las protestas que vienen llevando adelante efectivos de la Policía bonaerense desde el lunes último.
Asimismo, y teniendo en cuenta que más allá de la legitimidad del reclamo de mejora salarial de la fuerza subyace una clara intencionalidad por erosionar el poder de Axel Kicillof, el presidente aprovechó la oportunidad para respaldar al gobernador bonaerense.
“Con el gobernador somos dos amigos en la misma causa”, dijo Fernández durante el relanzamiento del programa Ahora 12 en la ciudad bonaerense de Quilmes, y enfatizó que el Gobierno nacional “va a afrontar este problema” junto con el mandatario provincial.
Mientras esta mañana se desarrollaba el acto, decenas de patrulleros y policías portando sus armas reglamentarias, abandonaron sus tareas para protestar frente a la Quinta presidencial de Olivos, creyendo que ahí se encontraba el primer mandatario. De todas maneras, todavía permanecen en el lugar, y de manera temeraria están rodeando el predio.
Durante su discurso, Alberto Fernández enfatizó: “A todos les pido, antes las voces apocalípticas, las voces que dicen que no vamos a ningún lado, dense cuenta de todo lo que hicimos. Que no nos confundan, estamos levantándonos de un tiempo difícil, cargando una mochila que pesa mucho, la que recibimos en diciembre de 2019. Lo hicimos muchas veces y lo vamos a hacer una vez más”.