En una larga entrevista con Marcelo Figueras en El Destape Radio, el presidente Alberto Fernández apuntó duro contra los grandes medios que “se convirtieron en una máquina de hacer fake news”.
“Por mí que escriban lo que quieran, no me importa lo que digan. Me importa que después no aparezca un trabajador y me diga ‘me abandonaste”, sostuvo el presidente. Luego se refirió a que desde diciembre de 2019, los grandes medios buscan que se pelee con Cristina Kirchner. “Me dicen de todo, que soy Albertitere, que Cristina me pega, que me manda a hacer tal o cual cosa”, añadió.
En ese sentido, también volvió a la carga contra los medios que suelen llevar adelante operaciones que buscan ser desestabilizadoras para el gobierno. “Ya hicieron un montón, son una máquina de Fake News. Dijeron que la morsa era Aníbal y al final no eran, las campañas que no eran así”, sostuvo. Además, indicó que “también hay mala fe cuando publicaron que yo le saco todo a la Ciudad. Si le hubiera sacado lo que le dieron por DNU hubiera sido peor”.
Por otro lado, en la misma charla con Marcelo Figueras dejó en claro que si bien no estuvo tan de acuerdo con la Ley de Medios, debe “reconocer” que ahora “ya se sabe quién está detrás de cada medio. Y ya se sabe quién está escribiendo o de dónde está hablando cada medio. Y ese debate ya está ganado”.
Peronismo. Durante la charla, el presidente de la Nación recordó sus años de juventud: “En ese momento, todo era política. Todo lo que hacíamos y vivíamos tenía que ver con la política. Era un tiempo muy convulsionado, se dio la vuelta de Perón…”. Y ante la consulta de cómo armó su pensamiento para luego trabajar dentro de la política, expresó: “Si me preguntás cómo formé mis ideas, tengo un cóctel en mi cabeza. Soy un tipo muy pacifista. Seguí mucho el hippismo: el amor libre, el respeto a la diversidad, a la naturaleza. Hubo muchos exponentes de esa lógica”.
Además dejó en claro que esa generación de jóvenes “vivía en una sociedad injusta” entonces era muy difícil no acercarse al peronismo. Frente a la pregunta de Figueras sobre qué es exactamente el movimiento, no dudó: “Por sobre todas las cosas, el peronismo es la Argentina misma. Eso les cuesta entender a todos. Es un enorme movimiento social que emerge ante la necesidad de darle un lugar a un espacio muy grande de la sociedad Argentina, los que trabajan”. Y agregó: “Hacían mucho por la Argentina y no se los reconocía. Se generó un proceso de inclusión y nos hizo diferentes. Empoderó a toda una parte de la sociedad, nadie en América Latina vivió ese proceso”.
En la misma línea, Alberto siguió explicando lo que significa el peronismo para el país: “Es el movimiento social capaz de generar transformaciones. Nos acusan de ser los culpables de esta Argentina pero la realidad es que siempre hemos llegado a poner orden ante los problemas que ellos generan”. También remarcó que el primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner fue “uno de los gobiernos que más derechos reconoció en el último tiempo de la Argentina”.
También, luego de marcar esta idea de “hacernos diferentes”, subrayó que “el peronismo termina haciendo mejor a la sociedad porque brinda derechos”. Y por último, para cerrar, sentenció: “En un mundo donde existían distintos tipos de totalitarismos, como Perón era militar, se confunde mucho en el exterior. Pero el peronismo es un producto de la democracia. Somos los únicos que siempre llegamos por el voto popular al gobierno”.
La anécdota con Néstor. Durante la extensa charla, el máximo mandatario contó una divertida anécdota cuando empezaban a caminar para las elecciones de 2003. “Teníamos una reunión en San Vicente, en la quinta que era de Perón. Al final, me dijo, ‘te pido por favor, hablá con los muchachos de la primera y explicales un poco cual es el plan’. Fui yo a hablar con los famosos ‘ Barones del Conurbano’ y les empecé a contar de las bondades de Néstor, cuales eran los objetivos y demás. Cuando terminé de hablar, creyendo que había hecho una pieza política extraordinaria y que los había convencido, levantó la mano uno y me dice: ‘ya nos dijo el negro (Duhalde) que lo teníamos que apoyar, ¿pero cuándo vamos a conocer a Kichiner? Ni siquiera sabían el apellido…”, cerró entre risas.