Ya vestido con el traje de ministro de Justicia, Martín Soria se sentará su despacho, con el objetivo de conseguir un primer resultado rápido que muestre un golpe de timón en la conducción de la cartera: lograr el pronto desplazamiento del Procurador interino macrista, Eduardo Casal.
De esta manera, con la ida de Marcela Losardo y la llegada de quien se venía desempañando como diputado nacional, la Casa Rosada ya envió una primera señal más que clara y contundente hacia la corporación judicial.
“Alberto realmente cree que hay que hacer cambios en la Justicia. Intentó por las buenas, pero recibió muchos golpes”, afirmó un ministro del Gabinete cercano al presidente, que afirma que Soria buscará dar “un golpe de efecto” veloz en las primeras semanas de su gestión, que será forzar el paso al costado de Casal, el Procurador del lawfare.
En esa dirección, buscará la sanción de la ley de reforma del Ministerio Público y la reforma judicial, los dos proyectos que aprobó el Senado y quedaron después frenados en Diputados. Desde el lado más activo del bloque oficialista en el Congreso se quejaron durante meses de que Losardo no les había “puesto el cuerpo” para conseguir la sanción.
Al mismo tiempo, el oficialismo ejerce presión sobre Casal, contra quien pesan más de doce pedidos de juicio político. El Frente de Todos lo sacude de manera permanente en la Comisión Bicameral de Control y Seguimiento del Ministerio Público y Fiscal, que preside el senador Martín Doñate, donde se analizan sanciones disciplinarias.
Hay que recordar que Casal asumió (a dedo por Macri) interinamente la Procuración en 2017, tras la salida de Alejandra Gils Carbó. Acorralada por el macrismo, la ex Procuradora tuvo que renunciar dos semanas después de que el diario Clarín publicara el celular de su hija, quien recibió cientos de amenazas.
Más tarde, Mauricio Macri intentó nombrar a una nueva Procuradora, Inés Weinberg de Roca –que el año pasado fue convocada por Fernández para integrar el comité de expertos que propuso reformas a la Justicia y el Ministerio Público– pero nunca consiguió los dos tercios que fijaba la ley.
Soria viene, además, con el objetivo de avanzar con las leyes que están trabadas en la Cámara de Diputados, a la que él llegó en diciembre de 2019 tras un largo paso por la política provincial de Río Negro, donde fue legislador y durante dos mandatos intendente de General Roca. Hombre del Partido Justicialista (PJ), deberá maniobrar para lograr que salgan la reforma judicial y la reforma al Ministerio Público, con la intención de nombrar a un procurador o una procuradora titular, que ponga fin al interinato de Eduardo Casal.
Otra reforma que está a estudio es toda aquella que contribuya a la incorporación de la perspectiva de género en el Poder Judicial. Para eso, tendrá una aliada clave en la Ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, que viene reclamando que la Corte Suprema se capacite — como establece la Ley Micaela — y que la Casación Federal tome medidas por los mensajes misóginos del camarista Juan Carlos Gemignani.
“Vamos a trabajar para garantizar que los servicios de justicia en nuestro país sean más eficientes, inclusivos e igualitarios; para avanzar en una transformación conceptual que ubique a la justicia de cara a los ciudadanos y ciudadanas”, adelantó el flamante ministro.
Al respecto, destacó que trabajará para mejorar el servicio de justicia, y habló de la tarea que tendrá una vez que asuma al frente de esa cartera. “El desafío es desarmar el lawfare y la mesa judicial”, en referencia a la necesidad de desmontar la estructura de persecución que armó el macrismo.
“¿Se imaginan a un juez reunido con Alberto Fernández en Casa Rosada antes de dictar un procesamiento contra Macri ¿Sería un escándalo, no? Pero el juez Gustavo Hornos (Casación Penal) visitó a Macri antes de procesar a Cristina Kirchner y nadie se enteró”, publicó el 8 de febrero en su cuenta de Twitter.
Soria se caracteriza por sentar, a través de sus redes sociales, su firme postura en torno a temas judiciales y denunciar el lawfare. “La relación con Comodoro Py debe ser transparente. Hay que desarmar la Mesa Judicial organizada que atendía en el despacho de Macri. Si por cumplir con mis obligaciones me tienen miedo en Comodoro Py, allá ellos. Algo habrán hecho mal”.
Soria primero usó su cuenta de Twitter y después habló con Radio 10 para referirse a sus desafíos frente al Ministerio de Justicia. A continuación, sus declaraciones más destacadas:
– “La oposición perversa se niega a tratar nuestros proyectos. Hay fiscales procesados, ya lo dijo el Presidente. La respuesta de Stornelli a Alberto Fernández sonó rara y fea. Eso habla de la actitud corporativa contra las reformas que la sociedad necesita”.
– “Tenemos que terminar con el lawfare y las operaciones judiciales. No queremos nunca más una Justicia que persiga según los vientos políticos de turno”.
– “Nos preocupa el Poder Judicial y la Corte es la cabeza de ese Poder Judicial. Tenemos una Corte complaciente”.
– “Espero una relación institucional y transparente con Comodoro Py, no una relación escondida de espaldas y entre cuatro paredes. Conmigo no van a contar para recibir a escondas a jueces y fiscales. Es un desafío enorme transformar el desastre que hicieron en cuatro años”.
– “En línea con el pedido del presidente, vamos a trabajar para garantizar que los servicios de justicia en nuestro país sean más eficientes, inclusivos e igualitarios; para avanzar en una transformación conceptual que ubique a la justicia de cara a los ciudadanos y ciudadanas”.
– “Como sostuvo el presidente reiteradamente, Argentina necesita que el Estado de derecho funcione a pleno, y para eso necesitamos una Justicia que se corresponda con ese Estado de Derecho”.
“Ése, entonces, será nuestro principal objetivo. Como servidor público, voy a perseguirlo con rigurosidad profesional y con la firmeza y constancia propias de aquellos que sentimos pasión por la política”.