En medio de no pocas presiones y en una carrera contrarreloj, en el Gobierno se debate qué pasará con los famosos argentinos “varados” en el exterior. Es que el próximo viernes vence el decreto que estableció un cupo diario de entrada de 600 pasajeros -anteriormente era de 2.000- en los vuelos para intentar retrasar el ingreso masivo al país de la variante Delta de coronavirus, mucho más contagiosa, en el marco de la segunda ola de la COVID 19.
Por estas horas, en la Casa Rosada se impone la idea de extender la medida. A pesar de la polémica que generó la decisión –inflada, desde ya por los medios hegemónicos- y a las quejas de las empresas de aviación, en la administración de Alberto Fernández consideran que no hubo ningún cambio significativo en materia sanitaria que justifique levantar las restricciones.
Dentro de la discusión interna es la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien mantiene una postura más dura sobre la necesidad de sostener las restricciones. Pero otras áreas del Gobierno consideran que están dadas las condiciones para volver a la etapa anterior y autorizar 2.000 ingresos diarios.
Lo que se está evaluando en ese sentido, es que resultará clave el grado de compromiso de los gobernadores para el control estrictico de la cuarentena, y los números de contagios de los próximos tres días.
Las medidas se analizan en medio de una fuerte presión de las líneas aéreas, que aseguran que son unos 17.000 los argentinos varados en el exterior por la restricción oficial. Pero estos números son puestos en duda desde la Casa Rosada.
Desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), plantearon que “seguimos insistiendo en que el Gobierno debe levantar los cupos impuestos de pasajeros para los vuelos internacionales”, y advirtieron, además, que continúan “sin saber qué va a pasar la próxima semana, cuando la restricción actual acabe”.
Y mientras en el Gobierno prevalece la idea de que debe avanzarse más en la vacunación antes de abrir el cupo, no dejan de crecer las presiones para que se autorice el regreso del más pasajeros que se encuentran en el exterior.
Además del reclamo airado de esos pasajeros y de las empresas aéreas, legisladores de Juntos por el Cambio presentaron habeas corpus y amparos para poner fin a los alcances del decreto que no tiene otro objetivo más que intentar evitar el ingreso al país de la tan temida variante Delta. Su argumento es que las personas que llegan vienen vacunadas y, además, se les hace un estudio de antígenos en Ezeiza.
Sin embargo, la titular de Migraciones, Florencia Carignano, precisó que los casos detectados de Delta se produjeron con pasajeros que vinieron con PCR negativo y que incluso el test en Ezeiza dio negativo. Pero a los tres días empezaron a sentir síntomas y resultaron positivos de esa variante. Para entonces, ya habían contagiado a sus convivientes, incluso alguno hospitalizado con neumonía bilateral.