El FMI mete presión, y reclama un “amplio apoyo político y social” al acuerdo con Argentina

En medio de las fuertes disputas internas en el Frente de Todos, con legisladores reticentes a la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo financiero decidió jugar fuerte horas antes del tratamiento del pacto en el Senado, y puso una presión extra a las diferencias entre el presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Kirchner, al indicar hoy que un “apoyo amplio político y social resultará clave” para que el principio de entendimiento alcanzado con Argentina resulte “exitoso”.

“Nuestra posición es que para que el programa económico tenga éxito, un apoyo amplio político y social resultará clave”, dijo en una rueda de prensa al ser preguntado sobre la cuestión el portavoz del FMI, Gerry Rice.

Al respecto, el funcionario calificó el principio de acuerdo alcanzado con el país como “pragmático y realista”, con políticas económicas “creíbles” que fortalecerán la estabilidad macroeconómica de Argentina, y “empezarán a dar respuesta a los grandes retos” que el país tiene para llegar al crecimiento sostenible.

Asimismo, sostuvo que la guerra en Ucrania impactará sobre la inflación argentina, a partir de un incremento global de las materias primas, por lo que afectará el desarrollo del programa económico que se acordó con el Gobierno nacional.

“Más allá del sufrimiento y la crisis humanitaria de la invasión rusa de Ucrania, toda la economía mundial sentirá los efectos de un crecimiento más lento y una inflación más rápida”, advirtió Rice.

Agregó que “la Argentina, al igual que otras economías emergentes, ya se está viendo afectada por la guerra en Ucrania, incluido el aumento en los precios mundiales de las materias primas que ya está afectando la inflación”.

Sobre el mismo tema, apuntó que “el staff del FMI está evaluando el posible impacto global sobre el crecimiento, así como sobre las cuentas externas y fiscales del país. Las incertidumbres, sin embargo, siguen siendo grandes, y dependen de la duración del conflicto”.

El pasado 3 de marzo, el Gobierno argentino y el “staff” del FMI anunciaron un acuerdo para un nuevo programa que prevé desembolsos totales por unos 45.000 millones de dólares para que Argentina pueda afrontar los pesados vencimientos con el propio organismo entre este año y 2024 derivados del acuerdo “stand by” firmado en 2018, durante la gestión de Mauricio Macri.

Entre uno de sus principales objetivos, el nuevo programa busca atacar la persistente alta inflación de Argentina (50,9 % en 2021) a través de una estrategia múltiple que implica una reducción de la financiación monetaria del déficit fiscal y un nuevo marco de política monetaria, con tipos de interés reales positivos para apoyar la financiación al Tesoro a través del mercado doméstico.

Establece además una reducción gradual del déficit fiscal primario, desde el equivalente al 3 % del producto interno bruto (PIB) en 2021, al 2,5 % este año, el 1,9 % en 2023 y el 0,9 % en 2024.

La iniciativa ya fue aprobada por mayoría la semana pasada en Diputados y por estas horas está siendo debatido en la Cámara Alta, tras lo cual se procederá a votarlo.

Una vez sancionada la ley, el Directorio del FMI deberá reunirse inmediatamente para evitar que el próximo lunes la Argentina caiga en default con el organismo. Ese día opera un vencimiento de 958,4 millones de dólares y, de acuerdo a las reglas del organismo, no podrá estar impago al momento de la discusión de un programa de asistencia. Al día siguiente, vencen otros 1.849,6 millones.