Finalmente, llegó algo de oxígeno y alivio para el Gobierno, después de tantas turbulencias con los “mercados”: el canje voluntario de deuda en pesos realizado por el ministerio de Economía, alcanzó una aceptación del 85 % y, de esa forma, consiguió aplazar hasta un año pagos por dos billones de pesos que debían realizarse en los próximos 90 días, lo que permitió descomprimir los vencimientos que estaban previstos para los tres meses venideros.
Se trata de una apuesta fundamental del nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, en su idea de tranquilizar las distintas variables de la economía y que el Tesoro cuente con más plazo para hacer frente a esas obligaciones, mientras refuerza las medidas para sumar reservas al Banco Central.
El hecho es que la operación -que bien puede ser leída como un guiño del mercado de capitales para Massa- significa, para el ministro, haber arrancado su gestión con el pie derecho, a menos de una semana de su asunción.
“El resultado fue exitoso”, aseguró Massa a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, en referencia al canje de los títulos.
“Agradecemos la confianza y acompañamiento de inversores institucionales, personas físicas y organismos del sector público, que nos permite aliviar la situación financiera del próximo trimestre, extendiendo vencimientos a 2023”, destacó.
Y concluyó: “Despejar los vencimientos nos posibilita trabajar de manera más ordenada sobre los recursos y gastos que tenemos para administrar las cuentas públicas, además de dar certidumbre a la economía doméstica. Agradezco el enorme trabajo del equipo de Finanzas”.
El interés inversor quedó reflejado en las 1.233 ofertas recibidas por 15.662 millones de dólares, lo que equivale a un valor efectivo de dos billones de pesos.
El Tesoro debía afrontar vencimientos por 615.862 millones de pesos este mes, otros dos billones 123.801 millones en agosto, y 807.068 millones en octubre.
El interés por estos bonos es que, al momento de su vencimiento, el tenedor puede elegir si quiere que se lo ajuste por la variación del índice de precios minoristas, o por la del dólar.
“Luego de esta operación de conversión, logró reducir los vencimientos proyectados a 115.318 millones en este mes, a 209.337 millones para el siguiente, y 155.336 millones en octubre”, destacó la información oficial.
La nota de la cartera económica destacó que “el 83 % de los vencimientos proyectados para octubre, fueron colocados en el instrumento dual con vencimiento en septiembre del 2023. Es decir, se adjudicaron 651.862 millones post (elecciones) PASO”.
Según fuentes oficiales, el objetivo de la operación de canje voluntario era “descomprimir el perfil de deuda del Tesoro en meses con abultados vencimientos que aportarán a la normalización del mercado de deuda en pesos que se viene observando desde el mes pasado”.
Fuentes de la cartera económica señalaron que los resultados del canje de títulos de deuda “superó las expectativas” que tenían, y “refuerzan la sensación de que el mercado de capitales en pesos sigue confiando en el Gobierno”, y se va despejando el temor de un reperfilamiento de la deuda en pesos.
La medida había sido anticipada el miércoles último por Massa, quien sostuvo que se trata de un “camino de cancelación que se procurará continuar” ya que el objetivo del Gobierno “es no pedir más plata de emisión para financiar al tesoro al Banco Central”.
“Nos vamos a arreglar con los recursos que recaudamos y con financiamiento que podamos conseguir del sector privado”, había asegurado Massa días atrás.
Con el canje de títulos, el ministro apuesta no solo a descomprimir el horizonte a 90 días. También busca conseguir algo que sus antecesores Martín Guzmán y Silvina Batakis no pudieron en los últimos meses: alargar los plazos de vencimiento más allá de diciembre y acercarlos a lo que será el cronograma electoral 2023.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, destacó esta mañana que la “gran aceptación” que tuvo el canje de títulos de deuda con más del 85 %, “demuestra que el Gobierno está en el sendero correcto”.