Marcelo D’Alessandro tendría las horas, o a lo sumo, los días contados en el Gabinete porteño, como ministro de Seguridad. Todos los caminos conducen a la figura de Eugenio Burzaco como su natural reemplazando, por lo que finalmente el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, ya le habría soltado la mano al cuestionado funcionario que está de licencia desde el 6 de enero, después de la filtración de escandalosos chats con empresarios y jueces que se hicieron públicos a fines del año pasado, poco después del viaje que compartieron a la mansión del magnate inglés Joe Lewis, en el Lago Escondido.
El propio Larreta ya le ofreció el cargo al ex secretario de Seguridad de Mauricio Macri, aunque le aclaró que todavía tiene pendiente una charla con D’Alessandro, que se encuentra bajo licencia hasta el 6 de abril.
D’Alessandro ya le anticipó al entorno larretista que no pretende volver a la función pública: el todavía funcionario se encuentra abocado a su estrategia judicial en las causas que se abrieron luego de la filtración de sus chats de la aplicación Telegram, y que derivaron en su pedido de licencia.
D’Alessandro, uno de los viajeros a la mansión de Joe Lewis en Lago Escondido, se centró en el escándalo luego de que se conocieran los chats de Telegram junto a los otros invitados del Grupo Clarín, entre ellos, fiscales, jueces federales y agentes de inteligencia, tras lo que Larreta dispuso una licencia de tres meses.
Desde el primer momento, la oposición reclamó su renuncia, pero Larreta decidió defenderlo, señalando que los chats eran una “manipulación de la información del kirchnerismo”, y apuntó contra el “espionaje ilegal” que había sufrido su ministro, en un intento de victimización.
El pedido de renuncia se potenció todavía más después de que se conocieran los diálogos de D’Alessandro con Silvio Robles, mano derecha del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.
Robles y el ministro habían dialogado sobre causas claves, entre ellas, el fallo en favor de la Ciudad en la disputa con el Gobierno nacional por el recorte en los fondos de coparticipación que había sido aumentada durante la presidencia de Mauricio Macri.
En cuanto a la elección de Burzaco como ministro de Seguridad, sin lugar a dudas se trata de una jugada de Larreta en el tablero de la interna de Juntos por el Cambio.
Burzaco fue secretario del Ministerio de Seguridad de la Nación que lideró Patricia Bullrich durante el macrismo, básicamente era el dos de la ahora contrincante de Rodríguez Larreta en la carrera presidencial, pero tenían una pésima relación.
Hijo de Raúl Burzaco, secretario de Medios de la presidencia de Carlos Menem, el casi ministro de Seguridad porteño integró la Secretaría de Inteligencia durante la presidencia de Fernando de la Rúa, fue diputado nacional entre 2005 y 2009, año en que asumió como jefe de la Policía Metropolitana (PM) de Mauricio Macri hasta el 2011.
En 2015 asumió como secretario de Seguridad de Nación por debajo de Patricia Bullrich, con quien mantuvo un vínculo tirante durante toda la gestión. En 2017, su hermano Alejandro fue uno de los principales apuntados en el FIFA Gate y Eugenio fue quien se encargó de reunir los 18 millones de dólares para pagar la fianza. A pesar del escándalo, logró conservar su puesto hasta el fin del gobierno de Macri.
Previamente, el 7 de diciembre de 2010, estuvo al frente de la PM durante la represión llevada a cabo en el desalojo del parque Indoamericano que dejó dos muertos. El Frente Darío Santillán aseguró que durante “el violento desalojo del Parque Indoamericano y en la Villa 20 fueron asesinados Bernardo Salgueiro, de 24 años, y Rosemary Puña, de 28 años”.
En tanto, en el 2007, Burzaco asesoraba al ex gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, cuando la Policía neuquina reprimió el 4 de abril una huelga del sindicato docente ATEN y mató al maestro Carlos Fuentealba con una granada de gas lacrimógeno. El cartucho impactó en su nuca, causándole un hundimiento de cráneo. En el hospital provincial fue sometido a dos operaciones y finalmente murió al día siguiente