Conscientes de que el tiempo apremia, y ya con la confirmación de que Alberto Fernández no se presentará por la reelección, el equipo del ministro de Economía, Sergio Massa, se dedicará ahora a terminar la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), definir el grado de flexibilidad que tendrá el acuerdo de Facilidades Extendidas en su versión 2023 y diseñar lo que se pueda de la estrategia financiera, fiscal y cambiaria para el período políticamente trascendente que va de mayo a agosto.
El tema es que los meses que le quedan a Alberto Fernández en la Casa Rosada dependen en buena parte de la negociación de Massa con el Fondo de los próximos días. La apuesta de máxima de todo el Gobierno es que el organismo financiero adelante todos los desembolsos del año a junio -el mes en el que se inscriben las candidaturas- sin que pida medidas muy dolorosas a cambio. “Va a ser una negociación muy dura, pero tenemos el apoyo de los Estados Unidos. Mucho margen no tienen por la sequía”, transmitió el ministro puertas adentro.
Massa cree, al igual que la vicepresidenta Cristina Kirchner, que el acuerdo actual está perjudicando los objetivos de política económica y social, sobre todo después de desatada la guerra en Ucrania y una sequía que dejó al país sin dólares. “No hay margen para nada”, se sinceran.
Por su parte, la número dos del organismo, Gita Gopinath, se puso en estas horas el conflicto al hombro y aparece desde el otro lado de las computadoras encendidas en Buenos Aires, para avanzar en un acuerdo final que, en palabras de la funcionaria norteamericana de origen indio, “termine en algo bueno para las dos partes”.
El organismo que conduce, Kristalina Georgieva había aceptado sin mayores cuestionamientos la “orden” que llegó desde la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de flexibilizar el acuerdo de Facilidades Extendidas firmado con el país
La economista búlgara le dio la responsabilidad a su número dos para encarar las discusiones, al menos hasta que el chileno Rodrigo Valdés asuma como director Gerente para el Hemisferio Occidental y tenga la responsabilidad de asumir la fiscalización.
Del otro lado, son Marco Lavagna, titular del Indec y hombre de confianza de Massa, y Leonardo Madcur, jefe de asesores del ministro, quienes representan al país.
“No importa porque el acuerdo se va a recalibrar todo en las próximas semanas”, afirmaron en el Palacio de Hacienda tras conocerse que el país no solo había incumplido la meta de acumulación de reservas pactada con el FMI para el primer trimestre sino que también, y por mucho, la de déficit fiscal.
Con la misma seguridad esperan un ingreso de 10.000 millones de dólares para reforzar las arcas del Banco Central, a partir de un adelanto en los desembolsos previstos en el acuerdo o vía otros organismos multilaterales. El objetivo es evitar una devaluación que se traduzca en el fin de las posibilidades del Frente de Todos en las próximas elecciones.
Los analistas advierten que las presiones sobre los dólares libres que se vivieron esta semana son el preludio de una inestabilidad que crecerá a medida que se acerque el período electoral. La fecha clave es el 13 de agosto, cuando se celebren las PASO. Cerca del ministro de Economía coinciden en ese diagnóstico, y por eso aceleran la búsqueda de un ancla que evite escenarios de precipitación de la crisis.
El primer paso será “recalibrar” el acuerdo con el FMI para adaptarlo para reflejar el impacto de la sequía. Sí el programa se sostuvo hasta último momento como un ancla de la estabilidad, el resultado fiscal del primer trimestre despejó cualquier tipo de duda de que eso no existe más como tal. Fue el segundo incumplimiento, luego de que las reservas finalizaran el período USD2.000 millones por debajo de un objetivo que ya había sido flexibilizado en USD3.600 millones.
El encargado directo de Sergio Massa para las negociaciones con organismos financieros internacionales y el asesor principal, tendrán desde ayer y hasta aproximadamente la primera quincena de mayo, que concentrarse en discutir con Gopinath las nuevas condiciones del crédito de Facilidades Extendidas, con el objetivo de presentarlas en sociedad, en lo posible antes que termine ese mes.
Luego, antes de finales de junio, el directorio del organismo debería votar (se supone a favor) de los cambios al acuerdo, para ponerlos en ejecución en el segundo semestre del año. Todo dependerá entonces de Gopinath y su espíritu negociador.
A partir de ahí se puede entender qué es lo que busca conseguir antes de la revisión de junio el jefe de asesores de Sergio Massa y principal interlocutor con los técnicos del Fondo, Leonardo Madcur. Habrá un cambio en las metas fiscal, monetaria y de reservas pero se buscará un equilibrio para que no se interprete como una luz verde a un desbande del gasto, sino sostener cierta prudencia fiscal para no alimentar las expectativas de emisión e inflación.