Se dio el escenario de tercios que vaticinó CFK, y ahora arranca la verdadera lucha contra el avance de la derecha

“Así como la elección de 2019 fue una elección de techos porque había dos partidos nada más, entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio agruparon el 90% del electorado, ahora estamos en una elección de tercios, donde lo importante, más que el techo, es el piso”.

Esto es lo que, con una gran precisión anticipatoria, había planteado Cristina Kirchner durante una entrevista con Pablo Duggan en “Duro de Domar”, por C5N, en mayo último. O sea, pasaron tres meses, y aquel escenario que anunció la vicepresidenta se plasmó ayer.

Estas internas reconfiguraron el mapa político argentino, terminaron con el bipartidismo y consagraron la división en tercios, con la irrupción de un nuevo actor: la ultraderecha libertaria que encabeza Javier Milei, el más votado.

Se dio entonces, el escenario previsto de los tres tercios, a pesar de que las encuestas habían señalado un declive del referente neofascista durante el último mes. Así La Libertad Avanza cosechó 30% de los votos, frente al 28% de Juntos por el Cambio con la suma de Bullrich (17%) y Rodríguez Larreta (11%), y 27% de Unión por la Patria con la combinación de Sergio Massa (21%) y Juan Grabois (6%).

De ahí que Sergio Massa se hizo cargo de aquella lectura de Cristina, y llamó a construir una “nueva mayoría” que le permita al peronismo llegar al ballotage y polarizar con Milei.

Durante los festejos, el candidato más votado ayer dio indicios de que buscará polarizar con Patricia Bullrich, teniendo en cuenta que Juntos por el Cambio fue el gran perjudicado con su crecimiento.

“No sólo le vamos a dar fin al kirchnerismo, sino a la casa política, chorra y parasitaria. Somos los únicos que hemos armado un equipo en Argentina”, celebró Milei.

Y para despejar dudas sobre su siniestra postura, lanzó: “Estamos frente al fin del modelo de la casta, basado en esa atrocidad que dice que donde hay una necesidad, hay un derecho, pero se olvida que ese derecho se tiene que pagar”, mientras apuntó contra “esa aberración llamada ‘justicia social’, que es injusta porque implica un trato desigual frente a la ley, y está precedida de robo”.

Con poco más de 30 puntos y el primer puesto en 16 provincias, el libertario superó tanto a la suma de los precandidatos de JxC como a la del oficialista Unión Por la Patria, un triunfo que ni el más optimista de su equipo esperaba. Si repite los resultados en octubre, la fuerza tendrá además ocho senadores y no menos de 35 diputados.

Además de Córdoba, Santa Fe y Mendoza, la fórmula integrada por Milei y Victoria Villarruel, se alzaba con triunfos en Jujuy, Salta, Tucumán, Misiones, La Rioja, San Juan, San Luis, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

El contraste con los porcentajes pobres de los candidatos libertarios en las elecciones para gobernador en los meses previos, demostró que esos comicios no tenían mayor relación con la escena nacional.

Por su parte, Massa triunfó en las provincias de Buenos Aires, Formosa, Chaco, Catamarca y Santiago del Estero, mientras que JxC solo sumó victorias en Entre Ríos, Corrientes y la Ciudad de Buenos Aires.

Además, el giro a la derecha del electorado se vio corroborado por la clara victoria de Patricia Bullrich sobre Horacio Rodríguez Larreta dentro de Juntos por el Cambio.

Quienes están cerca de Massa, reconocen que, puertas adentro, el candidato oficialista había advertido que aquel anuncio mediático de que La Libertad Avanza se había desinflado en las últimas semanas no tenía ningún asidero. La información que le acercaban los dirigentes territoriales hablaba de una tendencia consolidada que no bajaba y, por el contrario, que se aceleró la última semana, después de una sucesión de episodios de inseguridad que alimentaron el discurso de mano dura y la antipolítica.

Ayer mismo, en el oficialismo apuntaban contra la inacción de varios gobernadores propios. “Estuvieron demasiado quietos, ya jugaron la propia”, dijo un vocero que puso el ojo en las provincias. Eso sí, esperan que el mapa se revierta en las elecciones generales del 22 de octubre, cuando a los mandatarios les pese la posibilidad de convivir con Milei o Bullrich en la Casa Rosada.

Golpeado, Massa trazó desde el escenario el objetivo para octubre. Convocó a construir “una nueva mayoría”, a “abrazar a radicales y a sectores del campo popular, a todos aquellos que representan una idea de país mucho más amplia”. El candidato pidió “que el próximo gobierno sea de unidad nacional” y empezó a marcar el rumbo hacia el ballotage.

Kicillof intentó contagiarle ánimo. “En estos meses, Sergio, hiciste un trabajo encomiable negociando duramente con el FMI que trajo de vuelta Mauricio Macri. Vamos a militar con alegría y convicción la boleta completa de UP pata octubre. Ni Patricia Bullrich ni Javier Milei están en condiciones de solucionar ni uno solo de los problemas que tenemos”, dijo el gobernador, que le dio palmadas de aliento a un Massa que no escondía su preocupación.

Aunque las urnas colocaron al peronismo contra las cuerdas, en el búnker de UxP se leyó con alivio el resultado de JxC: están convencidos de que Bullrich no logrará retener en octubre todos los votos de Rodríguez Larreta y que incluso podría perder algún voto duro, si su electorado percibe que Milei es más competitivo.

De ahí que el llamado al radicalismo desde arriba del escenario apuntó en ese sentido, además de  ir a buscar el voto de Rodríguez Larreta, de un moderado como él.

“Vamos a ir al ballotage con Milei”, decían en el búnker de UP después de la una de la madrugada, cuando se intentaba digerir los números y se analizaba la derrota. En la cuenta entraron la interna a cielo abierto entre Cristina y Alberto Fernández, la inflación indomable, y el hartazgo de la sociedad frente a la polarización.

El partido será largo. “Este es el final del primer tiempo. Nos quedan el segundo tiempo, el alargue y los penales. Vamos a estar peleando hasta el último minuto”, dijo Massa.

Como había pronosticado Cristina y el propio equipo de campaña, es posible que la elección se defina en noviembre, en una segunda vuelta. Por eso, a partir de hoy mismo, la campaña cambiará de tono y Massa saldrá a buscar la nueva mayoría.