Mientras los remedios se fueron por las nubes, una resolución del Boletín oficial decidió que a partir de ahora no brindará apoyo a los hospitales públicos en el cobro de prestaciones de los pacientes que se atendían en un centro de salud teniendo obra social.
Hasta ahora, los hospitales que atendían a afiliados de obras sociales podían tramitar a través de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) la devolución del costo de esas prestaciones. El argumento del decreto para que esa posibilidad caduque es que es que el organismo que funciona bajo la órbita del Ministerio de Salud hoy actúa de “forma disfuncional en el trámite de facturación, con el consecuente retraso y acumulación de trámites”.
El decreto 172 agrega que “no se cumplieron eficazmente los objetivos” de una resolución de 2021, por la que se aprobó el procedimiento para el recupero de las prestaciones brindadas por los Hospitales Públicos de Gestión Descentralizada (HPGD), tendiente a facilitar el pago de tales prestaciones. Y habla de la propia “ineficiencia y desaprovechamiento de recursos”.
Más allá que podía haber problemas en el cobro, si los hospitales que se anotaban en el sistema no lograban cobrar la prestación a las obras sociales en un plazo de 90 días, el superintendente estaba autorizado a transferir compulsivamente esos fondos.
Este nuevo decreto producirá más problemas a los hospitales públicos, especialmente aquellos más pequeños que hay en las provincias y municipios.
Remedios. Paralelamente, los medicamentos aumentaron 33,6% en enero sus precios y las empresas del sector duplicaron su facturación. La situación es desesperante y hay remedios que en solo dos meses aumentaron el 100 por ciento.
Los aumentos más importantes son incluso de aquellos de venta más cotidiana: el Derrumal (anti artrósico) aumentó 83 por ciento; Daflon (para tratamientos de venas de mayores), 45 por ciento; Ibupirac (analgésico), 25 por ciento; Atenolos (para la presión), 20 por ciento y la aspirina, también 20 por ciento entre diciembre y enero.
Desde que asumió Milei, con la desregulación del gobierno, las empresas farmacéuticas están batiendo récord de facturación. En el último trimestre de 2023, la facturación total de la industria farmacéutica en la Argentina registró 578.481,5 millones de pesos, lo que representa un incremento de 136,4 por ciento en relación con el mismo trimestre de 2022. Esta variación surge por los aumentos de 135,2 por ciento en la facturación de producción nacional y de 139,3 por ciento en la reventa local de importados, revela un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) que releva los precios de la canasta de medicamentos y la facturación de las empresas.
A este ritmo de locura, preocupa que hará el gobierno con el PAMI, la obra social de los jubilados que cubría los remedios de 5 millones de abuelos en forma gratuita.