En un contexto donde la derecha se burla y ridiculiza el juicio por el intento de asesinato a la ex presidenta Cristina Kirchner, mientras “sufre” por la supuesta falta de democracia en Venezuela, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, se opone a sancionar a los legisladores que se reunieron con Alfredo Astiz y otros genocidas. (Cabe destacar que dos legisladoras de LLA admitieron haber tenido que “guglear” para saber quién era Astiz). Además, la vicepresidenta y negacionista Victoria Villarruel ataca al senador Wado de Pedro por ser hijo de desaparecidos y pide la eliminación de la ExEsma, y el gobierno pretende disolver la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad. Ahora nos enteramos de que el PRO quiere convertir en un shopping el predio donde funcionó el centro clandestino de detención de la Ex Escuela de Suboficiales de Infantería Marina (Esim), junto al actual Faro de la Memoria en Mar del Plata.
En un hecho sin precedentes, el gobierno liderado por el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, presentó un proyecto para construir un bar en el predio donde funcionó el centro clandestino de detención, junto al Faro de la Memoria. Rápidamente, los organismos de Derechos Humanos, el peronismo y el Frente Renovador manifestaron su oposición. El proyecto del Ejecutivo contempla la cesión del predio ubicado en Avenida de los Trabajadores N°5700 a la Asociación Vecinal de Fomento Faro Norte, la cual, a su vez, cederá un sector a la empresa Burbarrel S.A., propietaria del gin Restinga, que planea montar un bar con destilería de gin.
Fernando Martínez Delfino, integrante de la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Detenidos, expresó durante el debate: “Este es un predio con un gran valor emotivo y simbólico, porque en ese lugar funcionó un centro clandestino de detención. No lo decimos nosotros, lo afirman los testigos que estuvieron allí, los soldados que hicieron la colimba e incluso los planos del Ejército”. Y agregó: “Esto es el mismo perro con distinto collar, porque hace dos años la empresa de gin reconoció que se había equivocado, ya que no conocía la historia del predio”.
“Ratificamos que es muy grave instalar un bar en un lugar donde ocurrió una tragedia y hubo muertes, solo porque genera empleo. Es como querer poner un bar en Auschwitz”, dijo en referencia al principal centro de exterminio nazi durante el Tercer Reich. “Este no es un tema partidario, sino de valores humanos y convivencia. Apelamos a los sentimientos más puros de cada uno de ustedes para que digan no a este proyecto, tal como se hizo hace dos años”, solicitó Martínez Delfino a los concejales, aunque no tuvo éxito, ya que ancohe el proyecto fue aprobado por el oficialismo. “Voten en función de la conciencia y no de los intereses comerciales que están detrás de esto”, concluyó, en términos similares a los expuestos por Cecilia Bilbao y Mónica Scatizzi.
El momento más emotivo se vivió con el testimonio de Pablo Mancini, quien estuvo detenido clandestinamente en el centro de detención de la ex Esim y sobrevivió para contar lo ocurrido durante la última dictadura. “Este proyecto es horroroso. Tengan muy presente lo que van a aprobar, porque esto tiene que ver con los valores que pretenden para sus hijos y toda la comunidad. Los ex presos políticos, estando encapuchados en ese lugar, dijimos que no lo olvidaríamos nunca más”, enfatizó Mancini.
Pese a la postura de los organismos de Derechos Humanos, anoche, en una sesión tensa del Concejo Deliberante, el presidente Agustín Neme reclamó que “dejen de usar los derechos humanos para hacer política”, luego de las críticas de Unión por la Patria, el Frente Renovador y Acción Marplatense. “Son los abanderados de la ciudad del no, el país del no, la cultura del no. Viven en un mundo donde los derechos humanos sirven para hacer política, avalar dictadores y sacarle plata al Estado”, afirmó, repitiendo la retórica de la derecha libertaria.
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