Tras la brutal represión contra abuelos y niños en la Plaza del Congreso, cuando se discutía el veto presidencial a la mejora en las jubilaciones, desde el Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich, se montó una fake news. Se afirmó que la niña de 10 años no había sido rociada con gas pimienta por un policía de la Federal, sino por un civil vinculado a los Derechos Humanos, y se mostró un video falso. Periodistas y medios afines se sumaron rápidamente a la operación, y la número dos del ministerio, Alejandra Monteoliva, Secretaria de Seguridad, apareció en varios canales mintiendo sobre las imágenes.
Un día despues, el periodista Jorge Rial presentó las imágenes reales en su programa “Argenzuela”, donde se ve claramente a un policía de la Federal rociando con gas pimienta a la niña que estaba en el suelo. Tras la revelación, Eduardo Feinmann criticó duramente a la ministra y pidió la renuncia del jefe de la Policía Federal Argentina, Luis Alejandro Rollé, y de la segunda de Bullrich, Alejandra Monteoliva.
Monteoliva había declarado en TN: “En el caso de la niña, las imágenes fueron analizadas. No había presencia policial en ese momento. Evidentemente, fue un gas lanzado por personas vestidas de naranja en la parte superior, cerca de ella. No se alcanza a identificar con claridad”. Al ser consultada sobre la identificación de la supuesta agresora, respondió: “Todavía no está identificada”.
Tras el escándalo, Bullrich discutió telefónicamente con Feinmann y luego fue al piso de TN para defender al comisario y a Monteoliva, describiéndola como alguien con una “trayectoria intachable” y aclarando que “no está en la cuerda floja”.
Es relevante recordar el pasado de Alejandra Monteoliva, experta en manipulación y discípula del general Óscar Naranjo, excomandante de la Policía Nacional de Colombia, acusado de vínculos con grupos parapoliciales y responsable de la Operación Fénix, que costó la vida a estudiantes mexicanos en la frontera con Ecuador. En 2012, Naranjo se retiró y pasó a ser asesor de la DEA, y luego fue convocado por el presidente mexicano Enrique Peña Nieto como consultor en seguridad y contrainteligencia. Peña Nieto está vinculado con la desaparición y asesinato de 43 estudiantes en Iguala, México.
¿Quién es el general Naranjo? Más allá de su fama por cercar al narcotraficante Pablo Escobar, fue la mano derecha del presidente Álvaro Uribe, un personaje siniestro en Colombia, responsable de la desaparición forzada de miles de personas presentadas como guerrilleros caídos en combate. Durante su gobierno, los grupos parapoliciales tuvieron vía libre para asesinar a opositores y dirigentes de izquierda.
Naranjo fue jefe de la policía de Colombia y estuvo vinculado a la brutal represión durante la toma del Palacio de Justicia por el M-19 en 1985, donde murieron 99 personas, incluidos 11 magistrados, y 11 más fueron desaparecidas por el Ejército. En 2008, fue responsable de la Operación Fénix, que mató al comandante guerrillero Raúl Reyes en Ecuador. Naranjo alegó haber encontrado documentos que vinculaban a Reyes con los presidentes Rafael Correa de Ecuador y Hugo Chávez de Venezuela.
La Operación Fénix también resultó en la muerte de estudiantes mexicanos que trabajaban por la paz en Colombia. Esta incursión militar desencadenó una crisis diplomática, ya que los gobiernos de Ecuador y Venezuela mantenían contactos con la FARC para avanzar en negociaciones de paz. Correa y la justicia ecuatoriana solicitaron la extradición de Naranjo, acusado del asesinato de 25 personas, pero en Colombia fue defendido por Uribe y luego ascendido a general de cuatro estrellas, un hecho inédito.
La masacre de Fénix tuvo como objetivo frenar un posible acuerdo de paz y continuar con la violencia. Naranjo también ha sido acusado de tener vínculos con el narcotráfico.
Monteoliva, la segunda de Bullrich en el Ministerio de Seguridad, seguirá en su cargo a pesar de sus mentiras públicas.