Desde febrero, el gobierno de Javier Milei aplicará un recorte en los subsidios a las tarifas de electricidad y gas natural, afectando a unos 9,5 millones de hogares de ingresos medios y bajos. A partir de esta medida, los usuarios recibirán una bonificación menor en el precio de la energía, lo que implicará un encarecimiento progresivo de los servicios.
Pero ahí no terminan las malas noticias: en el segundo mes del año, las tarifas subirán un 1,5% en luz, y un 1,6% en gas.
La medida fue oficializada mediante resoluciones publicadas por la Secretaría de Energía en el Boletín Oficial, y forma parte del plan económico del ministro de Economía, Luis Caputo. El objetivo es acelerar la reducción del gasto en subsidios para alcanzar el equilibrio fiscal y contener la inflación, con la meta de llevarla por debajo del 2% mensual.
Hasta ahora, los usuarios categorizados como N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios) recibían descuentos significativos en el costo de la energía. Sin embargo, a partir de febrero, estas bonificaciones se reducirán:
Nivel 2 (N2): el subsidio pasará del 71,2% al 65% en electricidad y del 64% al 65% en gas.
Nivel 3 (N3): el beneficio caerá del 55,94% al 50% en electricidad y del 55% al 50% en gas.
En el país, hay 9,5 millones de usuarios eléctricos que reciben subsidios: 6,3 millones en la categoría N2 y 3,2 millones en N3, sobre un total de 16,2 millones de hogares con servicio eléctrico. En el caso del gas, 5,3 millones de usuarios reciben subvenciones, de un total de 9,5 millones.
Además, los usuarios N2 tienen subsidiado su consumo hasta 350 kWh mensuales, mientras que los N3 cuentan con 250 kWh subsidiados. El excedente se paga a tarifa plena. La Secretaría de Energía analiza reducir estos topes en los próximos meses.
Mientras tanto, el Gobierno trabaja en una reformulación del sistema de subsidios para mediados de 2025. Se buscará establecer un esquema más simple, con solo dos categorías: quienes reciben asistencia estatal y quienes no. La idea sigue el modelo de la tarifa social implementada durante la gestión de Mauricio Macri.
El Presupuesto 2025 contempla una reducción de más de 3.000 millones de dólares en subsidios, un ajuste similar al de este año. Además, el FMI recomendó que la reducción de las subvenciones se haga de manera más progresiva.
En paralelo, en febrero comenzará un proceso de revisión tarifaria con empresas distribuidoras y transportistas. De allí saldrán los nuevos cuadros tarifarios y los compromisos de inversión de las compañías para los próximos cinco años. Se espera que en abril entren en vigor aumentos en las facturas inferiores al 10%, que podrían dividirse en cuotas.
El objetivo final es establecer un sistema de actualización automática de tarifas, de modo que reflejen los costos en términos reales y eviten los aumentos discrecionales.