La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, actual candidata a diputada provincial por el peronismo bonaerense, visitó Paso de los Libres, Corrientes, para respaldar al candidato a gobernador Martín “Tincho” Ascúa. Allí, volvió a advertir sobre la ofensiva judicial en su contra y reivindicó el rol histórico del peronismo.
“Junio es un mes tremendo para el peronismo”, comenzó Cristina, al recordar los fusilamientos del basural de José León Suárez y las bombas que cayeron sobre Plaza de Mayo. “Nos han bombardeado, fusilado, torturado, desaparecido, echado de los aviones. Me gatillaron en la cara porque me quieren presa o muerta. Pero no se dan cuenta de que lo que nunca van a poder evitar que vuelva es el pueblo”, lanzó con filo histórico y tono desafiante.
La exmandataria sostuvo: “Lo que nunca me van a perdonar es que durante esos 12 años y medio logramos los niveles de desempleo más bajos y la participación de los trabajadores más alta en toda la historia del PBI nacional. Más del fifty-fifty que siempre fue una bandera del peronismo”. Desde esa base, reclamó reconstruir sin nostalgias ni voluntarismos, sino con organización.
“Tenemos que tener en claro que nuestra obligación, como militantes nacionales y populares, es no llorar sobre la derecha derramada, sino volver a organizarnos”, afirmó.
Advirtió además que no hay lugar para “proyectos individuales ni candidaturas decorativas”: según Cristina, la etapa que se abre exige compromiso con un proyecto colectivo.
También respondió a los medios hegemónicos, al establishment y al partido judicial que —según denunció— impulsan su proscripción. “Salió el anuncio y se desataron los demonios. Comenzaron a pedir desde todos lados que me metan presa. Eso es lo que uno lee. No hay que enojarse, hay que estar atentos… a que me metan presa”, alertó.
Y fue más allá: “Todo esto con editoriales que dicen ‘ay, está acabada, acorralada’. ¿Pero si estoy tan así, por qué no me dejan competir y entonces me derrotan políticamente? A ver, dale. Dale, a ver. Mirá cómo tiemblo”, chicaneó.