El presidente le creyó a Patricia Bullrich y a los medios hegemónicos, especialmente a Clarín que daba por hecho que el ADN que se había encontrado en las manchas de sangre del puestero Evaristo Jones eran de Santiago. Si el presidente hubiera leído Página 12 o mirara C5N sabría que Maldonado estuvo con amigos varios días después del 21 de julio, pero no, el prefiere el diario de Magnetto y sus mentiras.
Anoche, después de un mes de silencio el presidente se refirió a la desaparición de Maldonado y solo atinó a decir que el Gobierno está “trabajando y colaborando con la Justicia en todo lo posible”. Más allá de esa respuesta que no dijo nada, en el gobierno hay preocupación por el manejo de Patricia Bullrich. Pese a que el gobierno “ratificó” hacia fuera a su ministra de Seguridad luego que miles de argentinos gritaran que “se fuera”, saben que el tema ya no sólo es local, sino que está en las tapas de todos los diarios del mundo.
En el día de ayer, el gobierno mandó a medir el impacto de la represión de la policía de la ciudad durante la movilización del viernes y ya hay por estos días dos bandos bien definidos. Un sector más duro que defiende a Patricia Bullrich que está de acuerdo con más “orden” y “mano dura” porque consolida el voto de Cambiemos. Pero hay otro sector, que considera que esa imagen de represión puede alejar votos de clase media que no quieren volver a viejas épocas, parecidas a lo que sucedió en los años 2001 y 2002.
En la Jefatura de Gabinete observan con molestias las declaraciones de la ministra cuando afirma que “yo me banco” a la Gendarmería y pone presa a una paciente psiquiátrica por una amenaza telefónica. Lo peor es que no aclara que hacia Pablo Noceti, su jefe de Gabinete, el día de la represión contra los mapuches y la desaparición de Santiago.
Días atrás, German Garavano recibió a Amerigo Incalcaterra, Alto Representante de la comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que se ofreció para colaborar en la investigación, algo que pidió la familia de Maldonado. Cuando ya estaba decidido el apoyo de la ONU, Bullrich enloqueció para que no “participe” ya que Horacio Verbitsky tiene relación con esa comisión y los iba a perjudicar. Garavano defendió la comisión y recordó que la misma cumplir un papel importante tras la desaparición de 43 estudiantes de una escuela en México.
El presidente la bancó a Bullrich pero dio a entender que es la última vez que banca y dejó deslizar que si aparece muerto Santiago se tendrá que ir del gobierno.
Macri está preocupado y tiene razón. La desaparición forzosa de Maldonado es su responsabilidad, aunque haya estado un mes mirando para otro lado.
1 comentario
“Un pibe más que está preso”
¿Acaso, pretende reducir a los pibes mediante una diferencia de pibes malos y pibes buenos, cómo pibes blancos y pibes originarios? Mediante una ley “propuesta para bajar la edad de imputabilidad a 14 años” o un sistema de control como “Cédula Escolar Nacional”. No solo clasificará a los niños, también será a sus padres y demás adultos. En un examen mental en masa de la población. Si se controla la vida, es fácil controlar su mente. Desde luego el control social es lo primero, en clasificación de adolescentes: “Un pibe más que está preso”