Lijo, con los mismos argumentos, debería detener al Clan Macri por el Correo Gate. ¿Lo hará?

El juez Federal Ariel Lijo, con los mismos argumentos que ordenó detener al ex vicepresidente Amado Boudou, debería dictaminar en forma urgente la detención de la familia Macri e iniciar el pedido de juicio político contra el presidente Mauricio Macri en la causa del Correo Argentino, en el cual está imputado el presidente, su familia, como los dueños de la empresa SOCMA, que tiene una deuda de 70.000 millones de pesos con el Estado y que Macri intento auto perdonarse.

¿Lo hará? Es obvio que no. El país ha entrado en una gravísima situación de falta de Estado de Derecho, donde el presidente decide quién puede ir preso y quien no, acompañado por jueces rendidos a sus pie, aterrorizados por el inicio de juicio político en el Consejo de la Magistratura, más el escarnio de los medios de comunicación.

Hace unos días atrás, el escritor Jorge Asís adelantaba que por orden de Ricardo Lorenzetti, el juez Irurzun y los jueces federales habían decidido que a partir de ahora se detiene a cualquier persona sin ser indagada o procesada.

Lijo, quien fue “apretado” por Cambiemos hace una semana con el juicio político, decidió que Boudou podía entorpecer una investigación que comenzó en el año 2009. ¿Raro, que lo pueda hacer ahora y no antes que fue presidente de la Anses, ministro de Economía y vicepresidente de la Nación”?

El problema no son los jueces, no son los medios de comunicación, sino el gobierno de Mauricio Macri que está decidido a “disciplinar” a cualquier opositor que los enfrente con la cárcel.  Hace dos años atrás, el Papa Francisco contó cuando vio el revanchismo de Cambiemos hacia el peronismo que “Ustedes son muy jóvenes y no lo han vivido, pero esto que está pasando en la Argentina lo veo como una especie de revanchismo hacia los sectores populares y los trabajadores, como fue en 1955”. Por algo ha decidido no volver al país.

Cada día el gobierno de Macri se parece más al gobierno de la Revolución Liberadora. El odio y el desprecio hacia el peronismo no se detendrá.
Seguirán llenando las cárceles de políticos y sindicalistas opositores. Sólo falta que aparezca algún decreto del gobierno prohibiendo la marcha peronista, nombrar a Juan domingo Perón, a Eva y a Cristina Kirchner.