Vienen por todo: Macri quiere la boleta electrónica en febrero

A pesar que en todo el mundo afirman que la boleta electrónica es un fracaso y en Europa la dejan de usar, el presidente Mauricio Macri continúa obsesionado con implementarla en la Argentina, más allá que el año pasado el Senado de la Nación la rechazó.  Macri volvió a reunirse con Rogelio Frigerio y Adrián Pérez y les pidió que vuelvan a presionar a los senadores para que el próximo año se apruebe en las extraordinarias de febrero.

La obsesión de Macri va en contra de todas las opiniones de los expertos. Por estas horas, los especialistas en temas electorales le escribieron una carta para pedirle que desista de esa propuesta y que se incline por la boleta única de papel. Entre las firmas estaba Delia Ferreira, responsable de Transparencia Internacional que molestó mucho al gobierno.

Los expertos, además de pedirle la boleta única de papel, le exigieron al gobierno que ceda a la Justicia Electoral la administración de la elección y el manejo del escrutinio provisorio.

El problema del gobierno es que no quiere reconocer que todos los expertos en tecnología han expresado la vulnerabilidad de la boleta electrónica. “El voto electrónico es muy peligroso y no reemplaza la seguridad del papel y el lápiz. Es más, una cuestión más filosófica que tecnológica. Cuando uno vota entiende que el papel es tangible, lo puede cortar; mientras que con el electrónico uno no conoce las partes internas del software”, afirmó el especialista Nicolás Waisman. Por su parte, Javier Smaldone, un desarrollador de software libre señaló que “no hemos encontrado una forma segura que garantice los derechos del votante y que permita usar computadoras en el proceso de votación”.

Al presidente, poco le interesa la opinión de los expertos. Solo le interesa implementar un sistema poco confiable que podrían ser nefasto para la democracia Argentina.