Crece el rumor sobre la aparición de la ex presidenta Cristina Kirchner en un acto con delegados gremiales y se alteran aun más los funcionarios de la Casa Rosada. No está confirmado pero es muy probable que la senadora participe el próximo viernes de un acto de delegados gremiales del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), que conduce Ricardo Pignanelli, en la localidad de Cañuelas, provincia de Buenos Aires.
Macri y el Peronismo Federal vienen toreando a la ex presidenta pero la senadora sigue con su propia agenda: conversar con intendentes, gobernadores, dirigentes sindicales y políticos pensando en un gran frente opositor para ganarle a Macri en 2019. El presidente se concentra en Cristina porque no puede resolver los graves problemas económicos y políticos del país. Se comprometió con el FMI en un brutal ajuste y la gente no da más con los aumentos de luz, gas, transporte y alimentos. Crecen como hongos los comedores populares en el Gran Buenos Aires pero más allá de la solidaridad de jefes comunales, la Iglesia y otras ONGs no dan abasto con tantas necesidades.
La situación se refleja claramente en todas las encuestas. Si tomamos la del Grupo de Opinión Pública, el presidente bajo del 55% al 29% y la gobernadora que hasta hace un tiempo parecía intocable cayó 21 puntos (del 63,1% al 42,3%).
Desde el Peronismo Federal o perdonable como los llama Asís, siguen obsesionado por la ex presidente porque no pueden crecer y “odian” pelearse con Macri. Circula la versión que Urtubey, Pichetto y Massa planean llevar las calles del país un afiche con las caras de Macri y Cristina y la leyenda: “Dos caras para el mismo fracaso”, quizás tendrían que poner sus propios rostros.
La idea del acto sería el próximo viernes 3 de agosto y Cristina se encontraría con miles de delegados de todo el país, trabajadores que sufren el escarnio de las políticas de ajuste del FMI. Pro ahora, la ex presidenta, fiel a su estilo, mantiene silencio, pero el run run crece para escucharla.