Su fallecimiento se produjo “por una sumatoria de incidencias”, y por lo tanto, “nadie fue penalmente responsable por su muerte”. Con esos argumentos, el juez federal de Rawson, Gustavo Lleral, ordenó el cierre de la investigación por la desaparición y muerte de Santiago Maldonado. Y como si fuera poco, además dispuso la absolución del gendarme Emmanuel Echazú, único imputado en la causa, en el marco de la represión de Gendarmería en la comunidad Pu Lof, en Chubut.
Sin embargo, la familia de Santiago Maldonado publicó hoy un comunicado donde denuncia que el juez Lleral les reveló durante una conversación telefónica que fue extorsionado para cerrar la causa. Según relataron, hoy alrededor de las 9 de la mañana, el magistrado se comunicó telefónicamente con Estela -madre de Santiago- y le confesó: “Todo mi equipo de trabajo y yo estamos siendo apretados para que cierre la causa, por eso debo hacer esto”.
En el comunicado se señala que “la resolución anticipada por infobae y Clarín en el día de ayer, solo demuestra que estamos ante un crimen de Estado, ante una desaparición forzada seguida de muerte, donde cada una de las personas del Estado que intervinieron desde el 1 de agosto de 2017 hasta el día de la fecha, son responsables.
No deja de resultar llamativo que para el magistrado no hay ningún responsable por la muerte del joven, a pesar de que él mismo reconoce que falleció mientras “huía” como consecuencia de la persecución de los gendarmes. Mientras tanto, la querella de la APDH ya adelantó que apelará el fallo.
“Los hechos que se presentaron en el presente caso no constituyen delito. Nadie forzó la desaparición de Santiago. Nadie resultó señalado, por la prueba que se colectó, como autor de aquella hipótesis delictiva. Nadie fue penalmente responsable de su muerte”, plantea la sentencia de 263 páginas.
En su mención a la represión que se desarrolló en la ruta 40 el 1 de agosto del año pasado, sólo dijo que quedó probado el “procedimiento policial de despeje de ruta”, y que “a partir del enfrentamiento con los manifestantes que desarrollaban aquella medida, se trasladó al interior del predio ocupado por el denominado Pu Lof en Resistencia Cushamen , ubicado a la vera de ese camino nacional”.
Al considerar que por lo tanto no existió la figura de “desaparición forzada de persona”, Lleral ni siquiera cuestiona la entrada no autorizada a la comunidad por parte de Gendarmería. Es más, al relatar cómo fue que se desplegó el operativo en la ruta, insistió en que eran “alrededor de 20 personas que se habrían encontrado encapuchadas, armadas con palos y hondas tipo boleadoras” que impidieron “la normal circulación por ese camino”.
En cuanto a su hipótesis sobre cómo habría muerto Maldonado, el juez habla en términos de “verdad”: “La verdad se mostró sencilla, sin fascinaciones. Santiago estaba en el lugar donde lo vieron por última vez. Allí, él sólo, sin que nadie lo notara, se hundió”, indicó, para destacar que fue una “sumatoria de incidencias” las que terminaron con la vida del joven.
“La desesperación, la adrenalina y la excitación naturalmente provocadas por la huida; la profundidad del pozo, el espeso ramaje y raíces cruzadas en el fondo; el agua fría, helada humedeció su ropa y su calzado hasta llegar a su cuerpo. Esa sumatoria de incidencias contribuyó a que se hundiera y a que le fuera imposible flotar, a que ni siquiera pudiera emerger para tomar alguna bocanada de oxígeno. Por la confluencia de esas simples y naturales realidades, inevitables en ese preciso y fatídico instante de soledad, sus funciones vitales esenciales se paralizaron”, indica la sentencia. Y, de manera terminante, Lleral asegura: “La verdad es esa”.
Dos meses y medio después de su desaparición, más precisamente el 17 de octubre del año pasado, buzos de Prefectura encontraron el cuerpo de Santiago flotando en un sector del río Chubut revisado seis veces antes.
El comunicado completo de la familia de Santiago: