A pesar de que las querellas –impulsadas por el gobierno de Gerardo Morales– y la Fiscalía no pudieron aportar pruebas categóricas que acrediten la responsabilidad de Milagro Sala en los hechos, la justicia jujeña condenó anoche a la referente de la Tupac Amaru a 13 años de prisión.
El Tribunal Oral en lo Criminal 3 la halló culpable de los delitos de asociación ilícita, extorsión y defraudación al Estado. La abogada de la dirigente social, Elizabeth Gómez Alcorta, adelantó que van a “apelar la sentencia, incluso ante la Corte Suprema y, si es necesario, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH”, al tiempo que describió al proceso judicial como “una persecución política inédita en democracia”.
“Hoy ustedes, señoras juezas, como mujeres y trabajadoras, pasarán a la historia por lo que ustedes decidan, sea para bien o para mal”, dijo Sala cuando le dieron la palabra antes de oír su fallo condenatorio.
Al igual que el resto de los 30 acusados, la dirigente social había asegurado su inocencia: “Todos mis compañeros y yo somos inocentes. No robamos nada y no es casualidad que nuestras obras sean reconocidas internacionalmente”, sostuvo.
Se trata del cuarto juicio que Milagro afronta desde que fue detenida, hace casi tres años. La condena es la primera que, de quedar firme, la mantendría encerrada.
La sentencia llegó luego de seis meses de juicio por la causa –conformada por tres expedientes– conocida como Pibes Villeros que investiga el desvío de fondos destinados originalmente a la construcción de viviendas por parte de cooperativas de la Tupac y de otras organizaciones sociales jujeñas.
Mañana Sala cumple tres años de encierro bajo el régimen de prisión preventiva sin que pese sobre su persona condena firme alguna. Por esa misma razón, el equipo jurídico que la representa solicitará entonces, a pesar de su sentencia condenatoria, que sea puesta en libertad hasta que esta condena sea confirmada por todas las instancias judiciales.