Por Alfredo Silletta. Nadie habla pero todos hablan del 2021, aunque falta una eternidad para las elecciones legislativas del próximo año. La prioridad política de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Axel Kicillof hoy es resolver el tema de la pandemia y dar respuestas concretas a la crisis económica.
Resuelto el tema de los acreedores privados y en una búsqueda de un nuevo acuerdo con las autoridades del FMI, el gobierno ya trabaja en una batería de medidas económicas vinculada al consumo y a la obra pública y privada para recuperar el salario y el trabajo de los argentinos.
Más allá de estas prioridades, en los pasillos de la Casa Rosada, en los jardines de la Residencia de Olivos y en el Congreso, se analizan los mejores nombres para el próximo año, una elección bisagra pensando en el 2023.
La provincia de Buenos Aires es la madre de todas las batallas. La oposición, que logró un 40% de los votos en la elección del año pasado, tiene como candidata principal a María Eugenia Vidal, que además controla el Senado provincial y es un dolor de cabeza para la gestión actual.
La idea de Horacio Rodríguez Larreta, el jefe político de la ex gobernadora, es que la acompañe Diego Santilli, un candidato que conoce el tema de seguridad y tiene un buen diálogo con el peronismo. Es la opción principal para el año que viene pero no hay que descartar la opinión de los sectores duros de la oposición, encabezados por Mauricio Macri y Elisa Carrió, que busquen armar la lista de legisladores bonaerenses.
El Frente de Todos sabe que sus mejores ‘candidatos’ son Alberto Fernández en su rol de presidente y Cristina Kirchner como la líder del kirchnerismo. Axel Kicillof como gobernador y Sergio Massa son los otros dirigentes que se pondrán la campaña al hombro. Ninguno de los cuatro puede ser candidato, por lo cual hay que buscar figuras relativamente importantes para el debate en la sociedad y en los medios de comunicación. Los intendentes que cumplen un rol destacado en el armado por ahora tienen decidido seguir en sus cargos.
Uno de los posibles candidatos hoy es el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, quien tiene una hiperactividad en temas relacionados con la pandemia y la seguridad y mide muy bien en las encuestas. Berni responde directamente a Cristina Kirchner y sería una figura interesante para sacarle votos a Juntos por el Cambio que seguramente utilizará el caballito de la inseguridad en la campaña como siempre lo ha hecho. Al macrismo se le hará difícil debatir con Berni temas vinculados a la inseguridad ya que el ministro utiliza un lenguaje bastante similar.
Para el presidente y para muchos sectores del Frente de Todos, Berni es un candidato difícil para que encabece la lista por sus opiniones fuertes. De allí que surge la figura de Malena Galmarini, hoy a cargo de la empresa AYSA, mujer de Sergio Massa y conocedora como pocos de la problemática social del Gran Buenos Aires.
La dirigente de Tigre tiene toda la confianza con Alberto Fernández, se lleva bien con Axel Kicillof y mejoró mucho la relación con Cristina Kirchner. Más allá de conocer la problemática social, es una activa defensora de los derechos de la mujer y no dudo un minuto en trabajar fuerte por la ley de aborto legal, seguro y gratuito.
Por ahora, los nombres de Malena Galmarini y Sergio Berni se acrecientan en el run run del Frente de Todos pero hasta marzo del próximo año falta una eternidad. La prioridad del gobierno sigue siendo terminar con la pandemia y un rebrote económico importante para poner en marcha el país y sacar de la pobreza a millones de argentinos.