Día tras día se van conociendo nuevos detalles de la adquisición de un piso en la zona más cara de Capital Federal por la actual precandidata por Juntos por el Cambio María Eugenia Vidal.
El periodista Horacio Verbitsky contó en una nota de El Cohete en la Luna que la gobernadora compró el lujoso piso 10 de Avenida Pueyrredón 2421 por la ganga de 340 mil dólares -otro departamento de ese mismo edificio se vendió a 540 mil dólares-, y de esos 340 mil dólares solo pagó 140 mil ya que la misma dueña que se lo vendió le otorgó un préstamo de 200 mil dólares.
El primer dato que llamó la atención es que el piso lo compró el 4 de septiembre de 2019 o sea un mes después de perder las PASO por 17 puntos frente a Axel Kicillof y un mes antes de las elecciones generales, por lo cual asumía que su derrota era irremontable en la provincia de Buenos Aires y lo mejor era ‘huir’ de los bonaerenses.
Los hechos relatados por Verbitsky señalan que el departamento de Eduardo Toribio fue adquirido en el agosto de 2018 por Brenda Celina Biondi por la suma de 330 mil dólares. La empresaria lo tuvo un año remodelándolo y se lo vendió a Vidal por la misma cifra. El departamento de 205 metros cuadrados ya remodelado fue entregado a Mariu por la suma de 140 mil dólares, mientras que los otros 200 mil quedaron como una hipoteca con la misma dueña y no con el crédito de un banco cómo había informado la ex gobernadora.
Para Verbitsky aparecen varias y graves dudas:
-Que la escritura subvaluó el precio de la propiedad, ya que simultáneamente la inmobiliaria Gómez Salmerón ofreció otro piso en el mismo edificio, de 180 m2, por 540.000 dólares.
-Esto implicaría evasión de los impuestos a los sellos y a la transferencia de inmuebles; de ganancias, por la diferencia entre el precio de mercado y el de la escritura, con un incremento patrimonial no justificado. Tal vez también lavado de dinero.
-Que existe una relación previa entre compradora y vendedora, por la cual Biondi sólo recibió 140.000 dólares, y le ‘prestó’ 200.000 a Vidal, cosa que no es habitual en este tipo de operaciones. Sólo suele ocurrir entre personas de estrecho vínculo previo, basado en la confianza.
En la nota de El Cohete se delata que la ‘bondadosa prestamista’ Brenda Biondi esta vinculada al candidato radical Facundo Manes y al ex presidente Mauricio Macri a través de varias empresas dedicadas a la drogas, a través de su marido Jorge Alfonso Gutiérrez Carrillo, subgerente de la gerenciadora de convenios farmacéuticos Preserfar, creada por los mayores laboratorios nacionales e internacionales, para negociar la venta de medicamentos con obras sociales, empresas de medicina prepaga, hospitales y otros organismos relacionales con la salud. Como si fuera poco, hasta el 2017, la familia de Gutiérrez Carrillo eran síndico del grupo que administraba la autopista del Acceso Oeste, con participación de la empresa Socma de Mauricio Macri.
La nota de Verbitsky se complementa con la compra del suntuoso piso de Figueroa Alcorta al 3410, frente al MALBA, por parte de Diego Santilli. El piso pertenecía al ex ministro de Justicia de Carlos Menem, Rodolfo Barra.
Alguna vez, alguien en Juntos por el Cambio responderá sobre los movimientos de dinero de los dirigentes del PRO que controlan desde hace 14 años la ciudad de Buenos Aires.
Clink Caja.
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