El Gobierno relanza una política de control de precios más agresiva para bajar la inflación

Los elevados índices de inflación y, en particular, el precio de los alimentos, además de la lógica preocupación que genera, ocupa cada vez más espacio en las discusiones sobre la política económica oficial.

En ese marco, y en una decisión que se venía planeando hace algunas semanas, la Secretaría de Comercio Interior pasó finalmente a depender del Ministerio de Economía, después de haber estado durante toda la gestión de Alberto Fernández subordinada a la cartera de Desarrollo Productivo.

El traspaso, que se materializará a través de un decreto la semana próxima, tiene dos objetivos claros: el primero, respaldar y otorgarle más poder al titular de Hacienda, Martín Guzmán, para que comande el combate contra la inflación, sumando ahora a Roberto Feletti, que seguirá al frente de Comercio.

El segundo, que el ministro tendrá desde ahora mayores responsabilidades respecto a lo efectiva que sea la política de combate a los precios, concentrando casi todas las herramientas disponibles para la tarea y alineando a cuadros a que, en principio, eran o son más cercanos a la vicepresidenta, Cristina Kirchner. De hecho, no son pocos los que leen que llevarse a Feletti a su esfera persigue, además, el objetivo de aplacar cuestionamientos desde dentro del espacio del propio Frente de Todos.

Por un lado, Martín Guzmán toma el control de la cuestión inflacionaria y alinea a Feletti en la iniciativa. En segundo lugar, en las próximas semanas el Gobierno empezará a trabajar, como primera medida de articulación entre ambos, en achicar la brecha entre los precios de los productos que están en Precios Cuidados y aquellos que están fuera de ese programa.

Actualmente la diferencia entre unos precios y otros es de entre 30 y 40 %, y distorsiona las expectativas. La pregunta es ¿cómo se hará la convergencia tendiente a disminuir la brecha? En la próxima revisión de Precios Cuidados, que se realizará el 7 de junio venidero, se harán actualizaciones de los precios más importantes, y a la vez se trabajará con las empresas para reducir los valores de los productos que están por fuera del programa.

Una cuestión clave es que Precios Cuidados está activo en grandes supermercados, que representan solo el 25 % del consumo total. Esto significa que tres cuartas partes de los argentinos pagan precios hasta un 40 % más caros porque compran en los lugares donde el Estado no llega con controles.

En el Gobierno entienden que está decisión empezará a bajar expectativas de alza en los precios. En el Ministerio de Economía esperan que en mayo la suba del Índice de Precios al Consumidor sea menor a la de abril, aunque destacan que “cualquier nivel de inflación por encima de un punto es elevada”.

De esta manera, el presidente Alberto Fernández ensaya una nueva configuración para tratar de dar respuesta al problema de la inflación. Pero el cambio también tiene una lectura política: la acumulación de más poder por parte de Guzmán, uno de los ministros más cuestionados por el kirchnerismo.