En la capital política de la derecha argentina -Punta del Este- hay preocupación por las próximas elecciones, que consideraban ganadas pero ahora los carcome la duda, de allí que hay pocas figuras centrales de Juntos por el Cambio en las arenas uruguayas disfrutando de la arena y el sol.
A escasos 5 meses del cierre de listas para las PASO, en la derecha tienen sus titubeos sobre el candidato presidencial. Reconocen que Rodríguez Larreta es intocable en CABA pero deja dudas en el interior del país. Más allá de los looks que usa para la ocasión no anduvo bien su recorrida por la costa y el interior del país. La movida de la Corte para que se quede con la plata de las provincias, en vez de beneficiarlo lo perjudicó y desde el interior lo miran con recelo. La bronca del hombre del interior hacia el porteño siempre existió y ahora volvió a recrudecer.
Paralelamente, Patricia Bullrich ya volvió de sus vacaciones y no para de crecer. Su agresividad política, bien a la derecha, cae muy bien en amplios sectores del PRO, e incluso entre los libertarios.
Sobre llovido mojado. Si Patricia lo pone de mal humor a Larreta, la aparición de Mauricio Macri en modo campaña en Mar del Plata, sin desmentir si será candidato, lo altera más al jefe porteño.
En realidad, Rodríguez Larreta se equivocó al creer que una alianza con el radicalismo -Gerardo Morales como vice-, Martín Lousteau para CABA y Diego Santilli en Provincia resolvía la interna. El principal error que cometió, por lo cual Macri no se lo perdona, es permitir que un radical pueda ganar la ciudad, el territorio donde el ex presidente y sus amigos hacen negocios.
En segundo lugar, Macri no está convencido de Santilli, tiene una pelea personal de hace años, y no hay que olvidar que en la provincia de Buenos Aires se gana por un voto. Con una fórmula moderada -Larreta a la presidencia y Santilli a la gobernación- crecerá Javier Milei por derecha y le será muy difícil ganar frente a Axel Kicillof.
De allí, que por estos días aparecen dos competidores en territorio bonaerense. El x ministro de seguridad Cristian Ritondo, que no logra crecer en las encuestas y recientemente Darío Grindetti, intendente de Lanús y amigo personal del ex presidente. Estuvo en Mar del Plata y lanzó oficialmente la campaña para la gobernación. En los próximos días estará en Villa Gesell y Pinamar y comenzará a recorrer el conurbano.
Más allá de las internas salvajes, desde Punta del Este, el establishment económico reconoce que el gobierno argentino y especialmente Sergio Massa comenzó a estabilizar la economía, por lo cual los números empiezan a ser positivos. Reconocen que desde los Estados Unidos miran con simpatía una posible candidatura de Massa y empiezan a dudar de un cambio por derecha que termine a lo Bolsonaro y que haya que buscar dentro de unos años a Cristina Fernández de Kirchner como sucedió con Lula en Brasil.