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28 marzo, 2024
PAÍS

Nueva cumbre del PRO: ni siquiera hubo foto para disimular tensiones que impiden resolver diferencias

Lejos de resolver las tensiones internas que, por ahora, no parecen tener fin, los principales referentes del PRO -Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Mauricio Macri- se reunieron durante dos horas con la idea de poner un freno a las salvajes diferencias que se vienen registrando, y debatir sobre la definición de candidaturas en importantes distritos del país.

Para la tribuna intentaron mostrar que están en camino de cerrar filas detrás de un discurso de unidad, de cara al turno electoral del próximo domingo, donde Juntos por el Cambio tendrá cinco pruebas exigentes en las elecciones de Tierra del Fuego, Salta, San Juan, Tucumán y La Pampa.

Al finalizar la reunión, el presidente interino del PRO, Federico Angelini, reseñó: “Macri nos pidió que trabajemos unidos, que el domingo se juegan cinco elecciones en las que tenemos muchas chances de ganar y de ponerle fin al populismo”.

La cumbre se llevó a cabo en un momento de máxima tensión en el PRO por la indefinición de candidaturas que nace de la disputa por el control del partido, entre Bullrich y Larreta. Fue también la primera reunión general después de la decisión de María Eugenia Vidal de correrse de la elección presidencial y tras la presencia del jefe de Gobierno porteño este domingo en Jujuy en los festejos por el triunfo del oficialismo que lidera Gerardo Morales, lo que generó molestia en los cambiemitas por la foto con el aspirante en la Ciudad del radicalismo, Martín Lousteau.

Poniendo su mejor cara, a sabiendas que su diagnóstico estaba alejado de la realidad, Angelini lanzó: “No hay ningún tipo de dudas de la unidad del PRO, ni de Juntos por el Cambio, internamente estamos bien”. 

En la misma sintonía se manifestó otro de los presentes, el diputado y precandidato a gobernador bonaerense, Cristian Ritondo: “Pro y Juntos por el Cambio tienen unidad, y vamos a trabajar juntos para elaborar las mejores propuestas juntos”, afirmó.

Demás está decir que no pasó desapercibido que los voceros del encuentro hayan sido dos dirigentes alineados con Bullrich, mientras que el larretismo eligió guardar silencio.

La mesa de la reunión, que duró casi dos horas, se completó con María Eugenia Vidal, Fernando de Andreis y Diego Santilli, también precandidato a gobernador bonaerense.

Tampoco hubo una definición sobre la posibilidad de darle luz verde a la incorporación de José Luis Espert a Juntos por el Cambio. El diputado tiene el visto bueno de la Coalición Cívica y del radicalismo, pero los líderes de Pro no acordaron nada anoche.

Si bien la decisión de la cúpula fue tratar de establecer un freno a la exposición de la interna a través de los medios, en la reunión se trataron temas que generan división, como la situación en la Ciudad de Buenos Aires. En ese sentido, se habló de la necesidad de terminar con los gestos desafiantes, como los que viene realizando Larreta y que han generado malestar en Bullrich y, sobre todo, en Macri.

Por lo pronto, en el encuentro celebrado en el barrio de Palermo, se llegó a una suerte de tregua por los próximos 20 días para volver a tratar la cuestión porteña. La idea es analizar cómo avanzan las candidaturas de Fernán Quirós y de Jorge Macri, con la intención de definir un precandidato para enfrentar al radical Martín Lousteau en las primarias del 13 de agosto.

Mientras tanto, en otro abierto desafío a Macri, Larreta escenificó su apoyo a Fernán Quirós y calentó la campaña porteña, con una foto que de inocente no tuvo nada, y que tenía como destinatario al ex presidente.

Decidido a tensar la cuerda al máximo, el jefe de Gobierno porteño formalizó su respaldo a la candidatura de Quirós para sucederlo en la ciudad, consciente de que el gesto no haría otra cosa que enojar a Macri y sus deseos de que su primo Jorge sea el candidato único de PRO a competir en las primarias de Juntos por el Cambio.

Encabezados por Felipe Miguel, jefe de Gabinete porteño y hombre de máxima confianza del alcalde, unos 300 funcionarios y dirigentes porteños se reunieron en el búnker de campaña para escenificar su respaldo al ministro de Salud. “Todos los que estamos acá, estamos porque queremos que Horacio sea el presidente de la Argentina y porque queremos que el próximo gobierno de la ciudad sea superador a este, que fue el mejor gobierno de la historia”, exclamó Quirós.

Fue lógica la ausencia de Jorge Macri, ministro de Gobierno, que también aspira a competir por ese cargo y que aparece como el principal rival de Quirós en la interna del PRO, a seis semanas del cierre de listas. La candidatura del ex intendente de Vicente López cuenta con el aval del ex presidente y Patricia Bullrich.

Larreta ordenó poner a disposición de su ministro de Salud toda la estructura del gobierno porteño –con lo que ello implica en términos presupuestarios y proselitistas-. La apuesta del alcalde porteño es apuntalar la candidatura de su ministro de Salud, que corre por detrás en las encuestas, para darle batalla al dúo Macri en el territorio. El riesgo, de no haber acuerdo, es que PRO compita dividido en las primarias de agosto, y el radical Martín Lousteau, aliado de Larreta a nivel nacional, se lleve el triunfo en la ciudad.

 

 

 

 

 

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