A tan solo 45 días de la asunción del presidente Javier Milei, los trabajadores dijeron basta y realizaran el primer paro con movilización a la Plaza de los dos Congresos. La CGT con el apoyo de la CTA, los movimientos sociales, el peronismo y la izquierda decidieron salir a frenar un gobierno que solo propone ajuste a los trabajadores, a los jubilados, a la clase media y la venta de todas las empresas del país.
La idea es que a partir de las 12, los argentinos marcharan hacia la plaza, pese a las amenazas de Patricia Bullrich negando el derecho constitucional de la movilización.
El objetivo de la convocatoria es brindar un contundente mensaje a las cámaras legislativas sobre el rechazo a la Ley Omnibus y al DNU que le otorga poderes casi dictatoriales al presidente para rematar el país. Los trabajadores, luego de abandonar sus trabajos, se encolumnaran hacia el congreso, donde se espera a las 15 un discurso de los dirigentes gremiales.
Algunos sindicatos grandes, como la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), concentrarán directamente en el Congreso desde las 13 con el objetivo de «garantizar» que el lugar no sea tomado por nadie ajeno a la movilización, lo que incluye a fuerzas políticas afines al gobierno nacional y hasta las fuerzas policiales.
Antes de que estos grupos se presenten, el lugar mostrará la vitalidad de los sectores de la cultura que adhieren a la convocatoria, como la Asociación Argentina de Actores y Actrices, distintos directores de cine y teatro, escritores, músicos y una variedad de otros exponentes de las diferentes expresiones artísticas y culturales.
Estos se reunirán desde las 11:30 en la zona delimitada por la esquina de Avenida de Mayo y la calle Luis Sáenz Peña. Desde allí subirá hasta el Congreso y constituirá la cabecera de la movilización con una bandera de arrastre de 10 metros de largo que estará sostenida por los dirigentes sindicales más destacados y por las personalidades de las organizaciones sociales que participarán. La bandera tendrá los logos de las tres centrales sindicales que convocan: CGT, CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma. Esta columna ingresará al Congreso por la avenida Rivadavia, que delimita el norte de la plaza.
En tanto, otros sectores sociales, como los representantes del deporte, encabezarán una segunda columna que ingresará a la plaza del Congreso por Hipólito Yrigoyen, que marca la parte sur del lugar.
Los organizadores determinaron que sólo se acceda a la plaza del Congreso desde Avenida de Mayo y descartó el acceso desde los ingresos transversales al Congreso: las avenidas Entre Ríos y Callao. La idea es mantener el orden ante las amenazas de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de usar la fuerza con cualquier excusa. Otra razón es que concentrar el ingreso a la plaza desde un único lugar ayuda a evitar la dispersión y redunda en una imagen más contundente.
Declaraciones. “La gente tiene bronca porque hay decepción”, describió Héctor Daer. El cotitular de la CGT aseguró que el paro tendrá una gran adhesión porque “trasciende” al movimiento obrero y alcanza a diversos sectores de la sociedad como “las pymes, la cultura, los científicos, el deporte y muchos argentinos que tienen diversas miradas políticas e ideológicas, pero que quieren una Argentina diferente”. “Va a ser incontrolable por la cantidad de laburantes movilizados”, agregó su par, Pablo Moyano. “No vamos a caminar obedientes y por la veredita como quiere el Gobierno”, advirtió el titular de ATE, Rodolfo Aguiar. En la cumbre del miércoles pasado, todas las organizaciones sindicales y sociales acordaron armar una sola columna sobre Avenida de Mayo para marchar –al mediodía– juntos hacia el Congreso. Se estima que el acto central será entre las 15 y las 16 horas. Los sindicatos del transporte adherirán al paro a partir de las 19 para facilitar la movilidad a quienes participen de la protesta. Camioneros, la UOCRA, UPCN, La Bancaria y SMATA, algunos de los sindicatos con mayor poder de fuego, estarán al frente de la convocatoria que lleva el lema “La Patria no se vende”.
El peronismo bonaerense también será protagonista. El gobernador Axel Kicillof avisó que participara y se esperan columnas de la mayoría de los intendentes del conurbano. Fernando Espinoza (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mayra Mendoza (Quilmes), Lucas Ghi (Morón) Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) Mariel Fernández (Moreno) y Andrés Watson (Florencio Varela), Mario Secco (Ensenada) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), entre otros.
Organizaciones y partidos de izquierda se sumarán en una columna multisectorial e independiente para exigir que se profundicen las acciones de resistencia. “Nos movilizaremos con un gran cartel reclamando la continuidad de las medidas de fuerzas con paros escalonados y un plan de lucha hasta derrotar la ley ómnibus, el DNU y el protocolo represivo de este gobierno ajustador y autoritario”, señaló el dirigente del MST en el FIT-Unidad, Alejandro Bodart.
Las organizaciones sociales nucleadas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) prometen reunir a unas cincuenta mil personas. Tras realizar una serie de asambleas y ollas populares en distintos puntos del país, el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, MTE, Corriente Clasista y Combativa (CCC), Frente Popular Darío Santillán y Movimiento Misioneros de Francisco definieron acompañar la iniciativa de la CGT. “Va a ser la protesta más importante que hayamos visto en la Argentina. Si sumamos a todas las que van a haber en cada provincia se van a movilizar millones de personas”, indicó el líder del Evita, Emilio Pérsico. En principio, la idea de las organizaciones es trasladarse en transporte público para gambetear el show mediático que el gobierno busca instalar con el denominado protocolo antipiquetes.