A la campaña brutal contra Cristina Kirchner de los medios hegemónicos se le agregó en los últimos tiempos Daniel Scioli. Hoy la tapa de Clarín y La Nación publican que el título universitario de Daniel Scioli sería fraudulento, en base a una denuncia que presentó Luis Majul en su programa de televisión.
La campaña, similar a la que sufrió Cristina Kirchner durante años sobre que no era abogada recibida de la Universidad Nacional de La Plata, se le suma ahora la de Scioli.
El ex candidato presidencial por estas horas presentó un documental sobre el Debate presidencial con Mauricio Macri, donde demuestra todas las mentiras del candidato de Cambiemos sobre que no iba a devaluar, que mantendría el Futbol para todos, buenos salarios y pobreza cero. Todo lo que no hizo el gobierno de Cambiemos en estos 10 meses.
Según Clarín y La Nación una desconocida fundación presentó en el juzgado de María Servini de Cubría una denuncia por “fraude y encubrimiento” en la obtención del título universitario de Scioli en la Universidad UADE.
La universidad sacó un comunicado negando el supuesto fraude en la obtención del titulo y reiteró que la UADE cumple con todas las leyes, regulaciones ministeriales y normas internas.
La denuncia contra Scioli es similar a las denuncias presentadas contra el título de abogada de Cristina. Varias veces la Universidad de La Plata tuvo que insistir que la ex presidenta se recibió en el año 1979.
La campaña del miedo y la sospecha ya es una realidad. Irán por cada candidato del peronismo que mida en la provincia de Buenos Aires. Van por Cristina, Scioli e irán por nuevos candidatos o intendentes del conurbano bonaerense. La gobernadora Vidal fue clara: “Todos esos que formaron parte de ese viejo sistema, que empiecen a preocuparse, porque ya les va a llegar la Justicia”.
Estos muchachos vienen por todo. Por los peronistas que se plantan y también por lo que tengan “buenos modales”, aunque todavía crean que a ellos no lo tocarán. Como decía John William Cooke: El peronismo es el hecho mandito del país burgués”. Y Macri y los CEOs lo saben.