Randazzo y un duro fracaso en su vuelta a la política

El primer regreso de Florencio Randazzo a la vida política pública, después de haberle dicho que no a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner el año anterior, terminó en fracaso. El ex ministro de Interior y Transporte decidió volver a la actividad pública realizando una serie de reuniones con intendentes, legisladores y dirigentes de La Cámpora y el Movimiento Evita, donde propuso presionar a la gobernadora María Eugenia Vidal con la vicepresidencia de la Cámara de Diputados para su hombre de confianza Marcelo Feliú.

La propuesta implicaba que Vidal rompiera el acuerdo con el Frente Renovador que durante este año había dado buenos dividendos. “Me llamó la atención del Flaco con esa obstinación para colocar a un candidato propio en la vicepresidencia que pensar en un acuerdo que beneficie a los jefes comunales”, contó un intendente del conurbano que tiene simpatía por el ex ministro. Y agregó: “quizás estaba más interesado en la “caja” de la Cámara para hacer política o sólo le faltó timing”.

Como se recordará, Randazzo, luego de rechazar las dos alternativas de la ex presidenta el pasado año que implicaba ir a una interna con Scioli-Zannini acompañado por Axel Kicillof o ser el candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires, decidió el silencio y tomarse un año sabático de la política publica. Sólo en enero apareció junto a Mauricio Macri en la inauguración de un tramo del ferrocarril Roca y luego en una cena privada con María Eugenia Vidal.

Los jefes comunales que lo visitaban en su domicilio, especialmente los más cercanos al llamado Grupo Esmeralda, afirmaban que se presentaría a las elecciones del próximo año. Incluso trascendió que “a Cristina y a Scioli les gano caminando”. Con el paso de los meses señaló que no enfrentaría a Cristina, pero iría a una interna con Scioli si la ex mandataria no se presentara.

En los últimos tiempos, la consultora Dicen midió dos escenarios posibles para unas PASO dentro del peronismo. La primera fue entre Scioli y Randazzo, donde el primero lograba 29 puntos y el ex ministro rondaba los 11 puntos. Luego se realizó otra encuesta donde los protagonistas fueron Cristina y Randazzo. Allí la ex mandataria lograba 35 puntos y Randazzo sólo 8 puntos.

Estos números, que conocen los jefes comunales y los referentes del peronismo, llevaron a que el ministro comenzara este mes a realizar distintas reuniones con intendentes, legisladores, La Cámpora y el Movimiento Evita, para ofrecer una propuesta en la negociación con el Ejecutivo sobre Presupuesto y endeudamiento.

Su propuesta, arriesgada, fue ir por la vicepresidencia de Diputados, lo que implicaría que Cambiemos rompiera su acuerdo con el massismo. En un principio se creyó que la propuesta era simplemente una forma de presión hacia el oficialismo, pero el ex ministro se obsesionó con que el diputado Feliú ocupara ese cargo.

A los pocos días, los jefes comunales percibieron que los intereses de Randazzo iban por un camino y los de ellos por otro. El lunes, habrá reunión de intendentes y legisladores y se intentará llegar a un acuerdo con Cambiemos, sobre dos puntos concretos: bajar el endeudamiento de 93 mil millones de pesos a 48 mil y que se mantenga el mismo porcentaje de la Provincia hacia los municipios en un 16 por ciento, que equivale a unos 9 mil millones de pesos. La propuesta de Randazzo ya pasó al olvido.

El peronismo hoy sabe qué unido tiene amplias chances de ganar las elecciones. Todos los encuestadores afirman que si la ex presidenta se presentaría rondaría entre 35 y 40 puntos. Los intendentes bonaerenses reunidos la semana anterior con Cristina en San Pablo afirmaron dese el olfato político que la ex mandataria jugará el próximo año, ya es que la única dirigente que puede ordenar hacia abajo una lista competitiva que puede llegar entre otros a Scioli y Randazzo.