El columnista del diario La Nación, Carlos Pagni, dejó expuesto al ex director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, por el episodio en el que se investiga el intento de atentado contra José Luis Vila, el ex subsecretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, revelando además la feroz interna en esa dependencia.
Así quedó reflejado cuando el pasado 19 de junio declaró en forma escrita ante la Comisión Bicameral de Inteligencia, aunque recién se conocieron los detalles en las últimas horas.
Según precisa hoy Juan Amorín en Ámbito.com, Pagni relató que en abril de 2017, pocos días después de la publicación de su artículo “El pestilente círculo negro del espionaje”, donde denunciaba que los servicios de inteligencia estaban realizando tareas de espionaje ilegal, recibió el llamado del entonces presidente Mauricio Macri.
“Al enterarse del contenido de esa columna, me manifestó su interés porque el escribano Arribas hablara conmigo sobre las irregularidades denunciadas en el texto”, explicó Pagni.
Días después, el periodista y el presidente de La Nación S.A, Julio César Saguier, se reunieron cara a cara con el titular de la AFI. “La conversación con el escribano Arribas versó sobre el contenido de la columna. Él también nos informó, al doctor Saguier y a mí, sobre la denuncia que había realizado, junto a la señora Silvia Majdalani, quien lo secundara en la conducción de la Agencia, para que la Justicia Federal investigara lo que se informaba en la columna”, detalló.
Sin embargo, sobre el final de la conversación, Arribas fue un poco más allá y realizó una acusación que Pagni, pocos meses después, terminaría entendiendo. “Fuera de todo contexto, el escribano Arribas se refirió a que él presumía que el señor Vila pretendía su cargo”, explicó el periodista de La Nación ante la Comisión Bicameral.
“Debo confesar que quedé sorprendido con esa afirmación, que era por completo impertinente a la conversación que estábamos teniendo y al motivo de la reunión”, resumió. Es que apenas un año después del encuentro, la División Explosivos de la Policía Federal neutralizó un artefacto explosivo hallado en la puerta del edificio de José Luis Vila, ubicado en la Avenida Callao, del barrio de Recoleta.
El artefacto estaba compuesto de una libra de trotyl con cables y un celular, en una caja, y un papel con la leyenda “José Luis Vila ladrón” hecho con recortes de diario. Aparentemente los dichos de Arribas a Pagni habían sido algo más que una elucubración aislada.
El episodio contra Vila fue el disparador de la megacausa por espionaje ilegal que comenzó a principios de este año y que promete varios capítulos más, luego que Sergio “Verdura” Rodríguez, líder de una banda dedicada a la venta de drogas en Almirante Brown y Monte Grande, confesara ante el juez Villena que había recibido protección de la AFI a cambio de hacer algunos trabajos “sucios”. Así, Rodríguez relató que el espía Facundo Melo lo llevó hasta el domicilio de Vila para dejar la caja con el explosivo con el fin de “darle un susto a alguien”.
A partir del relato de Rodríguez, objetado por los espías, fue que el juez ordenó el seguimiento de Melo y logró determinar que efectivamente formaba parte del esquema de la AFI de Arribas.
En su declaración, Melo también aseguró que hicieron seguimientos sobre tres domicilios ubicados en Avenida Callao: el de Pagni, el de Saguier, y el de Vila. Algo más que una casualidad.