Otro crimen de la gestión Vidal que sigue impune: a 4 años de la muerte de Sandra y Rubén por la explosión en una escuela de Moreno 

Hoy se cumplen cuatro años de la muerte de Sandra y Rubén por la explosión de una garrafa en una escuela en Moreno, pero todavía la ex gobernadora María Eugenia Vidal no pidió disculpas a sus familiares, y si embargo nos habla de “moral” en sus redes sociales, y se rasga las vestiduras por la muerte del fiscal Alberto Nisman.

En otro aniversario por la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, dos trabajadores comprometidos con la educación pública, algo que siempre le molestó a la ex gobernadora, ya que durante toda su gestión se enfrentó a los docentes y abandonó el cuidado de las escuelas.

La causa por la explosión de la escuela fue investigada por la fiscal Gabriela Urrutia y elevada a juicio oral que todavía no se realizó, en parte por la pandemia.  La fiscal, bajo la órbita del procurador Julio Conte Grand, limitó las responsabilidades y la investigación al interventor del Consejo Escolar y al gasista. La orden de la justicia macrista fue clara: no tocar al entonces ministro de Educación bonaerense, Gabriel Sánchez Zinny y a la ex gobernadora Vidal.

Desde los gremios docentes fueron contundentes en cada aniversario al señalar que “la explosión de la garrafa que ocasionó las muertes de los compañeros no fue un mero accidente. Fue producto de la desidia y de las políticas de ajuste del gobierno de María Eugenia Vidal y el crimen sigue impune”.

“La historia no absuelve a nadie, la que absuelve es la justicia”, dice en un tuit la ex gobernadora María Eugenia Vidal para referirse al vergonzoso alegato del fiscal Luciani sobre la causa de Vialidad. En realidad, la frase está a medias ya que debería decir que “la justicia macrista” nos absuelve a nosotros pero castiga al peronismo. De allí que para la justicia la “ex orgullosamente bonaerense” está libre de cargo y culpa por la muerte de Sandra y Rubén.

Tiene razón Vidal cuando afirma que la “historia no absuelve”, la historia ya la juzgó y por eso perdió por paliza en las elecciones del 2019, y se tuvo que mudar al porteño barrio de Recoleta.