La estrepitosa caída de la Ley Ómnibus en Diputados había abierto la puerta a un acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO, encabezado por el ex presidente Mauricio Macri, en base a las coincidencias ideológicas y programáticas que, de hecho, mantiene con Javier Milei. Pero el reciente portazo del gobernador macrista de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres con el Gobierno, no sólo congeló por ahora la posibilidad de un pacto entre el PRO y el oficialismo, sino que colocó a Macri en un rol incómodo.
Al mismo tiempo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich –que sigue estando al frente de esa fuerza partidaria- cuestionó al mandatario provincial, aunque estaba al tanto de lo que iba a hacer, mientras que el resto de los dirigentes del PRO optó por el silencio.
En la última conversación telefónica entre Macri y Milei pautaron reunirse cuando el presidente volviera de su viaje a Estados Unidos, donde participa en la Conferencia de Acción Política Conservadora, el lanzamiento de campaña de Donald Trump para regresar a la Casa Blanca. Hasta el conflicto que se desató el viernes desde Chubut, Macri tenía en la cabeza un acuerdo “de menos a más” con Milei.
El ex presidente incluso pensó en no fusionar los bloques en el Congreso al principio, pero sí apoyar las iniciativas como la Ley Ómnibus. Además, levantaba la idea de ubicar segundas líneas en la Aduana, la AFIP o la Anses para “destrabar el funcionamiento del Estado”. Y recién en un futuro confeccionar junto con LLA listas legislativas para 2025 y la designación de más gente del PRO ya en el Gabinete. Pero todo eso quedó en pausa.
Es más, según revela hoy el sitio LaPolíticaOnline, Macri empieza a resignarse a dar por caído el acuerdo con Milei, que imaginó como un trampolín para controlar el gobierno.
En el marco de la crisis política que está desatando Milei en su pelea con el Congreso y los gobernadores, el ex presidente fue muy pesimista en su diagnóstico: “Este tipo un día te dice una cosa, otro día otra. Es imposible hacer nada con él”, dijo a sus allegados en referencia a Milei. Y hasta agregó que “no vamos a la fusión con La Libertad Avanza, tenemos que preservar nuestra identidad”.
La posición de Macri llevó alivio a los dirigentes territoriales que temían que la fusión con los libertarios les complique el armado en sus distritos.
En rigor, Macri descubrió las ventajas de preservar la identidad del PRO después de fracasar dos veces en su intento de coparle el gobierno y el partido a Milei, su plan original.
Ese plan se chocó contra la pared que le puso Karina Milei. Es que fue la hermana del presidente quien se opuso al primer acuerdo que Macri quiso imponer al inicio del Gobierno cuando le pidió a Milei que nombrara a Diego Santilli en el ministerio del Interior, a Guillermo Dietrich en Infraestructura, y a Cristian Ritondo en la presidencia de la Cámara de Diputados.
“Milei estaba clavado en los 30 puntos, que es lo que sacó en las PASO y la primera vuelta, es Presidente porque nosotros pedimos que lo voten en el balotaje”, recuerda con resentimiento Macri en charlas con dirigentes del interior.
Ahora, la relación de Milei con Macri amenaza con desbarrancarse. El último viernes el presidente escaló la confrontación con los gobernadores, y en especial con los macristas Ignacio Torres, Rogelio Frigerio y Jorge Macri.
Sin embargo, Milei habló este domingo sobre el alcance de un posible acuerdo político con Macri, para robustecer la capacidad de gobierno en medio de la crisis con los gobernadores, y se mostró confiado en el logro de una alianza con el líder del PRO. Adelantó que “esta semana o la otra” se reunirá con el ex presidente.
En diálogo con LN+, Milei además contó detalles de su relación con Macri, al que valoró como una figura importante en la toma de decisiones, ya que “son muy valiosas las charlas con él”, dijo.
“Macri, sí la ve. Entiende claramente lo que está pasando”, dijo el mandatario en relación a su vínculo con el ex presidente, y extendió su respuesta a lo que considera como latente de encarar una alianza con el PRO, que se sumaría al Gobierno.