Las reuniones entre el senador Eduardo “Wado” de Pedro, muy cercano a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y el asesor estrella del presidente Milei, Santiago Caputo, comenzaron a dar sus frutos. El kirchnerismo, a través de la senadora catamarqueña Lucía Corpacci, respaldó con su firma el dictamen del pliego que nomina al juez federal Ariel Lijo para ocupar una de las dos vacantes en la Corte Suprema. Esto permitirá llevar al recinto una de las propuestas de la Casa Rosada.
El respaldo, sin embargo, será solo para Lijo, dejando fuera a Manuel García-Mansilla, un declarado militante del Opus Dei con posturas extremadamente conservadoras, como la derogación de la ley de aborto y la restricción de derechos adquiridos por las minorías en las últimas décadas.
No obstante, la situación aún no está resuelta. Desde el gobierno insisten: “Son los dos o ninguno”, mientras que desde el bloque de Unión por la Patria afirman que solo se ha dado dictamen, pero aún faltan los votos en el recinto. El argumento del kirchnerismo es que el voto de Corpacci es preventivo. La estrategia busca garantizar el dictamen para evitar que el presidente cumpla su amenaza de nombrar a los dos jueces por decreto en enero. Al existir dictamen, se elimina el argumento de la Casa Rosada de que el Senado no actuó al respecto.
En los últimos días, Guillermo Francos señaló que, debido a que “la propuesta no fue tratada por el Senado y la Corte quedará con tres miembros”, existe la posibilidad de avanzar con un decreto presidencial.
La definición sobre los pliegos a la Corte podría entrar en su recta final, ya que la próxima semana vencen las sesiones ordinarias del Congreso. Según fuentes parlamentarias, hay tiempo reglamentario hasta el 30 de noviembre para que la comisión emita los dictámenes al recinto. Sin embargo, debido a los tiempos ajustados, la expectativa está puesta en si Milei convocará a sesiones extraordinarias.
Por ahora, García-Mansilla permanece en el “freezer”. El peronismo insiste en la necesidad de incluir a una mujer en la Corte Suprema de Justicia. La fórmula planteada por el bloque sería Lijo y una mujer.