Por Alfredo Silletta. La derecha hizo lo imposible este año para dividir al peronismo. Utilizó al partido judicial, a los medios concentrados de comunicación, al poder de los “carpetazos”, a la cooptación con cargos y puso como ejemplo la más brutal persecución contra la ex presidenta y toda su familia. Rápidamente algunos legisladores, intendentes y gobernadores dieron el salto como sucedió en el ’55 cuando el vicepresidente de Juan Domingo Perón, Alberto Teisaire tranzó con la mal llamada Revolución Libertadora.
Durante este año, algunos prefirieron negar la historia tres veces y soñaron con una “supuesta renovación”.
“La realidad es la única verdad”, decía el general Perón y tenía razón. En solo año el país está mucho peor. Todas las promesas del gobierno -no habrá impuesto a las ganancias, pobreza cero, Futbol para Todos, créditos para la vivienda, más ciencia, mejores paritarias, sin inflación, menos déficit, etc. etc.- se fueron por el inodoro. El gobierno sólo benefició a los ricos.
La idea central de Cambiemos fue apuntar contra el peronismo bonaerense. Atacaron ferozmente a Daniel Scioli –hay que recordar que le ganó las tres elecciones a Macri en este territorio-, a la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, le hicieron la vida imposible, lo mismo que al intendente de Berazategui, Patricio Mussi, al intendente de Ensenada, Mario Secco, y a aquellos jefes comunales que mantuvieron firme sus convicciones.
Más allá de la derecha, el peronismo cometió errores hacia adentro, como muestra lo sucedido hace unos días en la legislatura provincial por La Cámpora en la elección del Defensor del Pueblo o en aquel encuentro de septiembre de la llamada renovación que parecía más cerca del PRO que de la historia del peronismo. A nivel nacional se le aprobaron demasiadas leyes a Macri pero hay que señalar que se le frenó la llamada reforma electoral con boleta electrónica, un fraude de proporciones para los argentinos.
Más allá de todos, los intendentes y los legisladores, más dialoguistas y los más duros, se reunirán hoy en un Congreso de la Unidad en La Matanza. Estarán todos los grupos: Patria, Esmeralda, Fénix, Establo, kirchnerismo, Movimiento Evita y dirigentes sindicales, Daniel Scioli y se espera a Florencio Randazzo o a su gente. Todos llegarán a un acuerdo para mantener la unidad para las próximas elecciones. No se hablará de candidaturas, pero todos saben que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner es por lejos la figura que más mide. Ella hoy no estará presente, deberá como decía Perón ser una suerte de Padre Eterno que bendice urbi et orbe y trabajar, como lo viene haciendo para la unidad, porque el peronismo y otras fuerzas deberán conformar un gran frente nacional para vencer a la derecha corporativa.
Al final, del encuentro, la foto, la marcha peronista y a recordar la historia del peronismo que no tiene nada que ver con supuestas “asociaciones ilícitas” como nos quieren vender. Dice una de las tantas canciones de la militancia: “¡A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido!!!