“Señores, acá no habrá marcha atrás, porque aunque me puteen en todos los colores, ¡nadie me va a torcer el brazo!”. Así, a los gritos, reflejando que la cuestión tarifaria lo tiene en un estado de alteración constante que no puede disimular, Mauricio Macri ratificó, ante su mesa chica, que cuantas más críticas reciba por parte de la oposición a su plan de ajuste, más intransigente se mostrará.
En realidad, la reacción del presidente fue en respuesta a la inquietud transmitida por sus más cercanos colaboradores quienes, números en mano, le mostraron cómo viene sufriendo una baja de su imagen en todas y cada una de las encuestas de las últimas semanas, sobre todo en la clase media, el sector que hasta ahora más apoyaba la marcha del gobierno de Cambiemos.
Sin embargo, y a pesar de esas advertencias, que se vienen transformando en señales de alerta para las elecciones del año próximo, Macri se muestra inflexible y no deja de insistir en que “no queda otra alternativa” que seguir subiendo las tarifas de los servicios públicos. Es más, está convencido de que “es el único camino”, y hasta se ilusiona con el segundo semestre, en cuanto a que finalmente ahí la inflación empezaría a registrar un retroceso.
Para explicar el por qué de esa postura, un hombre muy próximo a Macri destaca que “hemos tomado medidas muy duras, y sin embargo la gente nos votó en octubre”, por lo que “el presidente está convencido de que más temprano que tarde va a ganar la batalla cultural, con el tema tarifario como bandera para que la gente termine aceptando finalmente que no había otra salida”.
Mientras tanto, en su embestida por poner un freno a los brutales tarifazos que tanto golpean al bolsillo, la oposición cierra filas para presentar un proyecto consensuado por el PJ, desde el kirchnerismo al massismo, pasando por el bloque que responde a los gobernadores peronistas. El próximo miércoles buscarán emitir un dictamen de mayoría de la iniciativa, para lograr una revisión de los precios al 1° de noviembre último, un congelamiento por 12 meses, la rebaja del IVA en las boletas y la indexación de las tarifas condicionada por los aumentos salariales.
Sin embargo, y tal como pasó días atrás, los legisladores de Cambiemos ratificarán su posición respecto a bloquear cualquier posibilidad de avanzar en esa dirección, al considerar que un proyecto así resulta inviable, por cuanto contribuiría a aumentar el gasto público, mientras que bajar el déficit es una de las obsesiones del presidente.
Y tan cerrado se muestra el oficialismo a la hora de insistir con que no habrá ningún cambio en la política tarifaria, que Macri ya adelantó que, en caso de prosperar, no le va a temblar el pulso para vetar cualquier ley que vaya en contra de sus “principios”.
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Hijo de puta, tiene que pagar los favores de sus amigos que lo pusieron en el gobierno. Le importa una mierda el trabajador solo quiere llenarse los bolsillos