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La Plata
20 abril, 2024
PAÍS

Un presidente debilitado y al borde del colapso no acepta renunciar

Por Alfredo Silletta. El presidente Mauricio Macri está ido, con un odio pocas veces visto. No puede creer que Héctor Magnetto (“¡con todo lo que yo le di en estos años!”) siga operando para que se  baje de la reelección. Sólo le quedan los periodistas más serviles como Luis Majul, Alfredo Leuco, Nicolás Wiñazki y el diario La Nación y su pluma estrella Joaquín Morales Solá que lo defienden con uñas y dientes. Macri va a jugar”, grita a los cuatro vientos Joaco y critica a quienes levantan la candidatura de María Eugenia Vidal porque debilita al presidente. Como ejemplo cuentan que el viernes, el presidente frente a un grupo de ministros golpeó la mesa y gritó “el candidato soy yo y eso no sé modificará”. En algo tiene razón el presidente. En las encuestas, la gobernadora no mide más que él si fuera la candidata presidencial. La crisis brutal de la economía también la arrastró a ella.

La jugada de la ex presidenta de ubicar en la carrera presidencial a Alberto Fernández dejo grogui a la mesa política de Cambiemos y volvió a abrir la posibilidad que  haya cambios en la fórmula presidencial. Mientras esperan a la Convención radical, se analizan varias opciones cerca de oficina del presidente. La primera es que de un paso al costado como le piden Clarín, Wall Street y una parte del radicalismo. La segunda opción es que abra las PASO y compita con alguna fórmula radical encabezada por Martín Lousteau y una peronista con Alternativa Federal. La última opción es elegir un compañero que sorprenda el mapa político como hizo la ex presidenta.

Las dos primeras están desechadas por el presidente y el equipo político que comanda Marcos Peña. La tercera opción podría ser el senador Miguel Ángel Pichetto como vicepresidente, a quien Macri considera un ‘estadista’, e intentar atraer votos peronistas. Tampoco descartan sumar a Juan Manuel Urtubey.  Por ahora Massa, a quien el presidente llama ‘ventajita’ no está en los planes del gobierno, pero sí en la cabeza de Vidal que lo necesita para poder retener la provincia de Buenos Aires. El otra nota de este portal se afirma que esa opción ya fue desechada por Peña.

Macri no se bajará de su candidatura. No piensa como un estadista, piensa sólo en él y su renuncia no está en su pensamiento de desprecio al otro.

 

 

 

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1 comentario

Desesperado con ilusión 27 mayo, 2019 at 10:12 am

Este es un típico ejemplo de lo que son los personajes de “usar y tirar” por los verdaderos poderes económicos, cree sinceramente que llegó a presidente por sus grandes aptitudes personales.
Si existen en todo el mundo ¿por qué no lo íbamos a tener nosotros?

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