Lanata explotó contra el gobierno por las trabas para importar un encendedor: “Son todos unos hijos de puta”

Jorge Lanata se calentó con el gobierno por las insólitas trabas burocráticas que le pusieron para retirar de la Aduana un encendedor que compró en el exterior. En el tradicional pase con su colega Marcelo Longobardi contó con detalles todo lo que le pidieron y al final estalló: “Son todos unos hijos de puta”.

“Les voy a contar un cuentito. Se me ocurre, por error, porque soy un idiota, comprar un encendedor por internet. El trámite era normal hasta que en un momento me dicen ‘necesita un importador’. Ya eso me pareció raro. Se lo mando al despachante, unos amigos con los que a veces traigo cuadros. Te matan pero bueno, es su trabajo. Después me llega una carta diciendo que tenía que hacer un trámite en la Secretaría de Industria, adonde yo tenía que declarar que el encendedor era de uso personal. O sea corría el riesgo de quebrar las fábricas de encendedores”, contó ácido.

Tras revelar que aún no logró sacarlo de la aduana, Lanata prosiguió: “Supongamos que el encendedor vale 100 pesos, la boleta dice que tengo que pagar 97 de impuestos. ¿En qué me cobran? Tasa estadística, derecho de importación, IVA, Ganancias y una cosa que es impuestos internos que no aclaran y es como el 40%, más 500 mangos que me cobran mis amigos importadores”. Y agregó: “Yo el encendedor lo voy a devolver y perderé la guita que pagué por él. No hay posibilidad que yo le garpe a esta manga de inútiles 97 mangos sobre 100, porque es un choreo”.

Ya sobre el final, Lanata le dio un polémico consejo a sus oyentes: “Contrabandeen. Le pido a la gente que a partir de ahora traigan las cosas de contrabando y listo. Tengo un amigo que trae cosas de contrabando, un importador ‘informal’. Le voy a pedir a mi amigo, que trae un elefante por la Aduana y nadie le dice nada. Le voy a pedir a mi amigo que viene de todos los meses de Nueva York que me traiga 64 encendedores. Se los voy a mandar al secretario de Industria a la casa, que no me acuerdo como se llama. Ah sí, ¡Grasso! Grasso, espere que le van a llegar 63 encendedores por correo”. Y concluyó: “Son todos unos hijos de puta”.