Los medios dominantes ya juegan ‘la carta Vidal’ para erosionar a Kicillof

Por Alfredo Silletta. El gobernador Axel Kicillof, mientras toma los primeros mates y lee el resumen de prensa preparado por el equipo de comunicación, hace un gesto de molestia, con los titulares y las notas de los medios dominantes de la Argentina. Todavía le vienen los flashes de la feroz campaña que recibió cuando era ministro de Economía de Cristina de Kirchner. “Todas las mañana una mentira diferente”, acostumbrada a decir en aquellos años. La historia parece repetirse.

Ya no es el ministro de Economía de un presidente, sino el gobernador de la provincia más importante del país, con millones de habitantes que esperan todos los días soluciones al drama que están viviendo, luego de cuatro años de una gestión pésima.  Ahora sabe que cada medida que tome repercutirá directamente en los bonaerenses que confiaron en él a través del voto.

Kicillof la tiene difícil. Siempre lo supo. Sabe que los medios dominantes trataran de esmerilarlo todos los días: que un día se pelea con Alberto, que otro día se pelea con los intendentes de la provincia o con el ministro de Economía, Martín Guzman.

Como si fuera poco, frente a él continua María Eugenia Vidal, una de las figuras del PRO, que aunque perdió por 15 puntos luego de una deplorable gestión, es la protegida de los medios dominantes o sea del poder económico. Siempre la tuvieron como la reserva de Mauricio Macri y todavía la tienen. Nunca un medio hegemónico contó el desastre que dejo en materia de educación y salud pública, cierre de comercios, de Pymes, más inseguridad, cárceles en estado deplorable y una deuda en dólares impagable. Y como si fuera poco todo esto, ya se sabe que fue “relato” las obras viales y las rutas asfaltadas o para ser más exactos fueron muchísimas menos de lo que promocionaban, según contó Gabriel Katopodis, flamante ministro de Obras Públicas.

Los medios dominantes y los periodistas militantes del macrismo continuarán reivindicando la figura de Vidal. De una cena austera en la casa de sus padres para Navidad, a su nuevo novio y sus viaje romántico a París. Todo eso, mientras se acaba de comprar una casa en Barrio Norte, no en Haedo su lugar natal. Todavía suena en los oídos de los televidentes aquel reportaje de Alejandro Fantino donde, la gobernadora, en plena campaña electoral “lloraba” que ya no tenía casa, que le había quedado la mitad por el divorcio y que estaba muy pobre y que tenía que salir ya a trabajar. Parece que no tan pobre, ya que se compró por estos días una casa en Barrio Norte y consiguió trabajo como “asesora” de una  ONG y docente de una universidad privada para dar un curso en el segundo semestre sobre Políticas públicas, algo que nunca quiso llevar a la práctica durante sus cuatro años de gestión. Mientras tanto, cuentan qué ya armó una agenda para dar “charlas” en Uruguay, Miami, Nueva York y Washington.

Vidal será la jefa de la oposición, más allá de Jorge Macri, Emilio Monzó o los radicales. Tienen el apoyo de los medios, conocimiento en la sociedad y tanto Mauricio Macri como Horacio Rodriguez Larreta la quieren en provincia no en Capital Federal. Ella sabe que tiene poder de fuego para hacerle daño a Kicillof con la mayoría de Juntos por el Cambio en el Senado bonaerense, situación que le permite frenar cualquier ley del gobernador. Ya lo hizo con la Ley Impositiva donde frenó qué los ricos pagan más impuestos, lo que implicará una perdida de unos 10 mil millones de pesos que podrían haber ido para reactivar la economía y el consumo en la provincia.

Por esos días, el gobernador está concentrado en resolver la deuda millonaria que dejó la gestión de Vidal. Pidió una prorroga a los acreedores hasta el 1 de mayo, cuando se espera que este terminada la negociación de la Argentina. Todavía no sabe si conseguirá el acuerdo del 75% de los acreedores. En una semana deberá resolverse el tema. Mientras tanto los medios dominantes hablan que la decisión de Kicillof “perjudica” la negociación de Alberto, que “es un ariete” en la estrategia de Guzman. Claro, anoche recién llegado al país, Fernández dijo en C5N todo lo contrario. Que la provincia tiene las arcas publicas diezmadas y que es acertado que Kicillof pare la pelota y analice la situación, para no pagar irresponsablemente a costa de postergar a los argentinos.

Por estas horas, el gobernador empieza de a poco a solucionar el desastre de la gestión anterior. Hoy anunciará el inicio de un plan para reparar 818 escuelas que beneficiará a más de 275 mil estudiantes cuando se inicien las clases en marzo.

Las cartas ya están sobre la mesa. Los medios dominantes castigando una y otra vez al gobernador y paralelamente resaltando la figura de María Eugenia Vidal. Kicillof ya sabe que no habrá ningún acuerdo de convivencia con la ex gobernadora ni con la derecha. No les interesa nada que favorezca la convivencia democrática. Ellos están para hacer negocios. Los intendentes del peronismo ya alertaron al nuevo gobernador que no hay códigos posibles con Vidal. Ellos lo padecieron durante los cuatro años de gestión. Todos los recursos fueron para los del palo.  Kicillof deberá buscar nuevos puntos de convivencia democrática con el radicalismo del interior que gobierna sus propios municipios. Quizás ahí este la llave para destrabar todas las leyes que pasen por el Senado bonaerense.