Por Eduardo D’Argenio.- “Tenemos que pasar el 45 por ciento de los votos para que en 2023 sea sin ballotage. Tenemos que volver a gobernar el país para cambiarlo definitivamente”. Así, con aire triunfalista y arengando a su tropa, una exultante Patricia Bullrich ya sueña con el retorno del macrismo al poder, cuando recién se libró una primera batalla a través de las PASO.
Envalentonados como están en Juntos por el Cambio luego del triunfo ante el oficialismo en las internas, la alianza opositora ya puso primera para arrancar con vistas a las elecciones legislativas del 14 de noviembre: se encontraron para mostrar una foto de unidad y bajar el mismo lineamiento político a todos los candidatos camino a esos comicios.
El encuentro reunió a los dirigentes nacionales de la alianza, los 16 candidatos a senadores de las ocho provincias que eligen esa categoría, y los dos primeros postulantes a diputados de cada una de las listas presentadas.
El lugar elegido fue un hotel a metros de Plaza de Mayo, mientras organizaciones sociales llevaban adelante una protesta por las calles del microcentro porteño, lo que obligó a no pocos de los participantes de la cumbre a camuflarse de alguna manera, para no ser reconocidos por los piqueteros.
Más allá de las sonrisas de rigor, falsos saludos y felicitaciones en pos de mostrar sí o sí una imagen de unidad, no deja de llamar la atención las advertencias que impúdicamente lanzó Patricia Bullrich como titilar del PRO, sobre cuestiones que fueron pisoteadas por Cambiemos mientras Mauricio Macri ostentó la presidencia entre 2015 y 2019.
“Cada uno de nosotros tiene que ser un enorme freno al uso de los fondos públicos porque eso es lo que van a hacer”, exigió durante su discurso la ex ministra de Seguridad. Y en el colmo de la hipocresía, alertó que “debemos evitar que se usen los fondos públicos y las bases de datos personales a favor del partido de Gobierno”.
Lo dijo al anunciar la creación de un Comité Jurídico Electoral para controlar los comicios, y aglutinar las denuncias por delitos electorales que tengan la intención de dar vuelta el resultado a favor del Frente de Todos, por lo cual está claro que, una vez más, desde el universo cambiemita volverán a reflotar el fantasma del fraude en caso de que el oficialismo revierta en noviembre el resultado de las PASO.
De esta manera, se vuelve a instalar el miedo en torno a la jornada electoral. Lo curioso fue que prácticamente nadie sabía quién integraría ese Comité que, al final, simplemente estará conformado por el equipo de abogados de la alianza.
Por lo pronto, ya tienen un caso para investigar: diversas personas que se anotaron para vacunarse en la Ciudad de Buenos Aires a través del 147, luego recibieron mensajes de los candidatos de Juntos por el Cambio e iniciaron, en algunos casos una causa judicial.
En tanto, Horacio Rodríguez Larreta, ya con el traje de candidato para las presidenciales de 2023, elogió a la Mesa Nacional de JxC porque “no hay jefes ni jefas, somos todos iguales, todos opinamos y mantuvimos la unidad”. Cuando lo dijo, Mauricio Macri, quien se mantuvo en silencio durante la reunión, ya se había retirado.
Los tres presidentes de los partidos fundadores – Bullrich, Alfredo Cornejo y Maximiliano Ferraro – fueron los encargados de hablarle a los invitados, con un discurso similar para todos: la importancia de la unidad para lograr la libertad, la igualdad y el mérito como camino para crecer individual y colectivamente.
Y la idea que sobrevoló la reunión, es la necesidad de sacarle el quórum al Frente de Todos en el Senado y acercar los números en Diputados. Pero, además, lograr un 45 % de los votos en noviembre para llegar a un 2023 sin balotaje y volver al Gobierno.
Y con críticas a la nueva conformación del gabinete de Alberto Fernández, Bullrich lo consideró “electoral, que viene a meternos en el barro y repartir dinero como ya vimos en Tucumán”, por lo que “las estrategias que se realicen para garantizar la institucionalidad en la Argentina, se decidirán de manera unánime en nuestra coalición”.