Manuel Mosca volvió hoy a presidir formalmente la Cámara de Diputados, luego de la licencia por 60 días que sus pares le habían otorgado el 9 de mayo pasado a raíz de las denuncias por presunto abuso sexual que realizaron en su contra dos militantes del PRO.
El diputado, que supo ser la espada legislativa de María Eugenia Vidal, pedirá extender la licencia por 60 días más, pero a raíz del parate en que se encuentra la Cámara baja por la campaña y el receso invernal que se viene el trámite será aprobado recién después de las elecciones primarias del 11 de agosto.
En su entorno aseguraron que estará en funciones sólo “en lo operativo y administrativo” y durante el tiempo que demore la aprobación de su nueva licencia, y negaron que vaya a tener alguna actividad política ni participación en la campaña.
Las denuncias contra Mosca estallaron a fines de abril. En realidad, el primer caso se conoció cuando la mujer -una militante del PRO- formalizó la presentación ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En ese momento, y por pedido de Vidal, Mosca decidió dar un paso al costado. A ese caso le siguió otro y ambos fueron derivados a la Justicia. Aunque cerca de Mosca aseguran que hasta el momento “no recibió ninguna notificación”.
Esposo de Gladys González y oriundo del distrito de Bolívar, Mosca tiene mandato hasta diciembre, pero no renovará ya que tras el escándalo no fue incluido en las listas ni tampoco logró colar a ningún candidato propio en su propia sección electoral. Al elegir los candidatos para la Legislatura, Vidal y su mano derecha, el jefe de Gabinete, Federico Salvai, ya marcaron al reemplazante de Mosca en caso de ganar en octubre. Se trata de Alex Campbell, quien es subsecretario de Asuntos Municipales, responde a Salvai, y va como cabeza de la lista de diputados por la primera sección electoral.