Juez de la Corte durísimo con Conte Grand por su persecución al fiscal que denunció el espionaje M

La Suprema Corte de Justicia bonaerense amplió esta semana la licencia del fiscal general de Lomas, Enrique Ferrari, con el voto en disidencia del magistrado Eduardo De Lázzari, quien criticó en duros términos al procurador Julio Conte Grand.

De Lázzari no sólo rechazó extender la licencia de Ferrari, sino que cuestionó a Conte Grand por no haber llevado adelante “una investigación en serio” sobre el accionar del fiscal Ferrari, a quien el procurador acusa de “ser K” y quiere llevar a juicio político por haber denunciado que el macrismo espiaba a sus opositores políticos.

Ferrari fue acusado por Conte Grand de violencia laboral y abuso de autoridad por haber disuelto repentinamente la Unidad para Delitos Complejos y Crimen Organizado de Lomas de Zamora. En esa unidad se llevaban adelante causas contra los barrabravas de Independiente, en donde se apuntaba al camionero Pablo Moyano y contra el rey de La Salada. A esto, Conte Grand también sumó los mensajes de WhatsApp que Ferrari habría mando a subordinados, con fotos de pirañas y de Hannibal Lecter, que se interpretaron como amenazas.

Por su parte, Ferrari acusó a Conte Grand de llevar adelante una persecución en contra y hasta hizo una presentación en la causa que analiza el espionaje durante el macrismo en Lomas de Zamora contra opositroes al gobierno de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal.

Al fundamentar su voto y negarse a extender la licencia a Ferrari por otros 90 días, según publica Infocielo, De Lázzari explicó que lo dispuesto por la Corte en la licencia original “ha sido flagrantemente incumplido” por la Procuración a cargo de Conte Grand. Se refiere así a que no llevó adelante una investigación en los ´temrinos en que se le había pedido ya que, por ejemplo, dejó a cargo ese proceso a uno de los fiscales que formaba parte de la unidad a cargo de Ferrari.

En la resolución del 20 de julio, la Corte le ordenó a Conte Grand que realice “un monitoreo de las restantes actuaciones penales y disciplinarias en las que se investigue el desempeño de funcionarios de la fiscalía, y que se reporte un análisis de situación y avance” de las causas originadas por las denuncias cruzadas entre los integrantes del Ministerio Público fiscal.

“La Procuración no hizo nada de lo que debía hacer, solo poner en marcha una suerte de gatopardismo creando una comisión de notables con rimbombantes propósitos manteniendo la dirección de la fiscalía a cargo de uno de sus propios fiscales”, concluyó de Lázzari, para fundar su oposición a extender la licencia de Ferrari.