Cristina Kirchner pidió hoy que se declaren nulos los fallos de la Cámara Federal de Casación Penal que revocaron sus sobreseimientos y ordenaron que se hagan los juicios orales en las causas “Los Sauces-Hotesur” y la firma del memorándum de entendimiento con Irán.
La defensa de la vicepresidenta planteó esta mañana, entre otros argumentos, que las resoluciones fueron dictadas sin la intervención de la jueza Ana María Figueroa, quien fue cesanteada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación por llegar a los 75 años -la edad máxima que establece la Constitución Nacional- sin contar con un nuevo acuerdo del Senado, que lo obtuvo la semana pasada.
“A tal efecto la Sala que dictó el fallo quedó indebidamente constituida sólo por dos jueces, habiendo sido excluida de la resolución del caso la tercera magistrada (Ana María Figueroa) a través de una decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que no registra antecedentes similares y que resulta contraria a la práctica seguida con relación a otros magistrados que se encontraban en idéntica situación a la de la jueza Figueroa”, sostuvieron en las apelaciones los abogados de CFK, Alberto Beraldi y Ary Llernovoy.
La Sala I de Casación revocó el 18 de septiembre pasado los sobreseimientos de Cristina Kirchner y el resto de los acusados en los dos expedientes, entre ellos los de su hijo Máximo Kirchner en la causa “Los Sauces-Hotesur”, y ordenó que se hagan los juicios. La excepción fue Florencia Kichner a quien el tribunal sí le confirmó la desvinculación del caso. Los fallos fueron firmados por los jueces Diego Barroetaveña y Daniel Petrone. La Sala estaba integrada hasta unos días antes por Figueroa, pero no los firmó porque ya no era más jueza.
Figueroa cumplió 75 años el 9 de agosto. Es la edad máxima que fija la Constitución Nacional para ocupar el cargo, excepto que el Senado le otorgue un nuevo acuerdo por cinco años. Ese trámite estaba en marcha en la Cámara alta, pero no aprobado. Así la jueza anunció que seguía en el cargo a la espera de esa resolución -como había pasado con otros magistrados- pero que no iba a firmar ni fallos ni resoluciones. Pero la Corte la cesanteó en el cargo.
El acuerdo del Senado fue aprobado la semana pasada, ya con Figueroa fuera de la justicia. La situación abre un interrogante de cómo se resolverá un caso inédito que mantiene la pelea entre el kirchnerismo y la Corte Suprema.
La ausencia de Figueroa en el fallo fue uno de los argumentos que la defensa expuso en sus apelaciones para que los casos lleguen a la Corte Suprema. La defensa calificó de “arbitraria” cada resolución, porque no se explicó “las razones por las cuales la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal dictó sentencia únicamente con el voto de dos magistrados”.
Los abogados de Cristina Kirchner reconocieron que la ley “hablita a la Cámara Federal de Casación Penal a dictar sus pronunciamientos con el voto concurrente de dos de sus jueces” pero dijeron que esa norma es de “dudosa constitucionalidad” y que “no les acuerda una prerrogativa discrecional a los magistrados para acotar el marco de deliberación y excluir del debate a un tercer juez que, según la ley y los reglamentos dictados en consecuencia, también debe discutir con sus colegas e intercambiar opiniones para luego dictar sentencia”.