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La Plata
28 marzo, 2024
PAÍS

Luego del “no” de Tinelli, un Lavagna desesperado arma en Provincia con lo residual del randazzismo y el duhaldismo

Por Alfredo Silletta. El sueño de ser presidente de los argentinos y que todos lo vayan a buscar a su casa como una especie de ‘salvador de la Patria’, como sucedió con Juan Domingo Perón en el exilio, se desvanece día tras día. Roberto Lavagna creyó que los dirigentes de Alternativa Federal, los radicales, los gobernadores del peronismo y hasta sectores de Cambiemos le pedirían que ‘salve al país’.

Nada de eso sucedió. El radicalismo decidió continuar con el presidente Mauricio Macri que le ofrece nuevos cargos y hasta la vicepresidencia. Creyó que los gobernadores peregrinarían hasta su casa y que Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey ‘calladitos la boca’ renunciaban a sus candidaturas. Atacó a Cristina y la comparó con el presidente y confiaba que Marcelo Tinelli o Sergio Massa fueran sus candidatos a gobernador. Nada de eso sucedió. El conductor cerró con Canal 13 para empezar su programa a fines de abril y eso implica que no puede ser candidato sino queda afuera de la programación que conduce Adrián Suar. Por su parte, Massa ya dijo que no se baja de las PASO de Alternativa Federal o quizás termine integrando el frente opositor que encabeza hoy la ex presidente, algo que sus intendentes le ruegan que haga.

En la soledad más grande -solo lo acompaña el socialista miguel lifschitz y Margarita Stolbizer- y con el apoyo de los medios hegemónicos que ante el descalabro de Cambiemos buscan un plan B para que no gane Cristina, sigue pensando en presentarse. El poder económico ya duda en apoyarlo porque, según las encuestas, los votos que rondan entre un 5 y 7 por ciento se los roba a Cambiemos y no al peronismo.

En su orfandad total en la provincia, que representa al 40 por ciento de los argentinos, Lavagna armó un grupo de trabajo con lo residual de Florencio Randazzo que hizo una pésima elección y con algunos dirigentes del duhaldismo que hace 20 años dejaron la política.

Recordemos que Randazzo obtuvo un 5% de los votos y contaba con el apoyo del poderoso Movimiento Evita y con dos intendentes del conurbano: Juan Zabaleta de Hurlingham y Gabriel Katopodis de San Martín. Hoy estos tres sectores militan en el peronismo, por lo cual no queda nada de esa estructura de 2017.  De ese sector se suman al armado de Lavagna, el diputado Eduardo ‘Bali’ Bucca, Florencia Casamiquela y Valeria Amendolara. Por el duhaldismo está Eduardo Camaño, un dirigente importante del duhaldismo que ya no tiene ninguna representación en Quilmes. Después integran la mesa el ex massista Juan José Amondarain, Eugenio Casielles, un amigo de Miguel Ángel Toma, y Fernando Rozas, ex funcionario de Vidal y cercano a Pichetto.  El único dirigente capaz que está en el grupo, aunque es un técnico, es Alejandro ‘Topo’ Rodríguez que deja la jefatura de Gabinete de La Matanza por pedido de su amigo Lavagna.

Un Lavagna desesperado, por errores propios, que ve que no crece en las encuestas, arma una junta promotora con los ‘sin nadie’. Mientras tantos, los medios hegemónicos anuncian con bombos y platillo que ya tiene un bunker en un edificio de la calle Paraguay, entre Cerrito y Libertad.

El pasado sábado el peronismo de la provincia de Buenos Aires, que hoy lidera las encuestas frente a la gobernadora Vidal, decidió mostrarse unido junto a la ex presidente Cristina Kirchner, que hoy mide más del 50 por ciento en la mayoría de los distritos del conurbano bonaerense.

Si Lavagna fuera hombre del rock comprendería aquel temazo de Vox Dei: “todo concluye al fin/ nada puede cambiar, /todo tiene un final, / todo termina. / tengo que comprender/ no es eterna la vida, / el llanto en la risa/ allí termina…”

 

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